Se ha ido... permaneciendo para siempre.

Se ha ido... permaneciendo para siempre.

Hoy, 23 de enero de 2024, he sabido del fallecimiento de una persona que trascendió en la familia, en la sociedad… en mi persona.

Rolando Quevedo Lara, para la profesión y temas civiles; Don Rolando para aquellos que lo reconocían en público; “el reportero” Rolando Quevedo, como se autonombraba; “Don Borre”, para la generación joven en los 90´s, quienes con respeto lo reconocían por su enseñanza y su carisma, haciéndolo a la vez integrante del grupo etario; “Rola” o “Rolando” para sus hermanas; “¡compadre!”, para mi papá; para mi… “tío Rolando”.

Haciendo remembranza, el primer recuerdo de su participación en mi vida fue cuando, siendo niño, literalmente me salvó de morir ahogado en las corrientes de Agua Azul, Chiapas; oportuno jalón de greñas con el cual aquí sigo. Luego, viene a mi mente que, durante mi etapa de preparatoria fue un mentor al compartir sus experiencias personales y de trabajo, así como sus logros que sirvieron como germen de aspiración. Ya al salir de una guardia médica en el periodo de internado de pregrado, estando en su casa celebrando una nochebuena, él me dijo: “Esta es tu década, esta es tu década”. No fue necesario que me dijera más, bien lo comprendí.

Leí, en la que creo fue su última entrevista, que se decía que pocos lo leían. Curioso, pues recuerdo que a mitad de los 90’s, a mediana distancia dentro del grupo profesional escuché a un médico adscrito decir: “No me gusta Rolando Quevedo, escribe como un Quijote”. Eso por un lado me hizo sentir alegre pues era mi tío, ja, ja, ja. Escuchar esas palabras generaron curiosidad en mí y me interesó el concepto metafórico. ¿Qué es un Quijote? Bueno, a grandes rasgos es aquel que antepone sus ideales a su conveniencia y obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas (1). Con ello me sentí nuevamente alegre ante el hecho de saber que, dentro del ejercicio periodístico, Rolando Quevedo Lara, era congruente y de ideales de humanismo y justicia. Sus múltiples reconocimientos y premios nacionales y estatales tienen respaldo a lo largo de su carrera.

Gran oportunidad de vida la de haberlo tenido relativamente cerca.

Al momento me encuentro lejos geográficamente, pero la noticia estimuló mi deseo de escribir nuevamente. Supe de su muerte; fui testigo de que vivió como quiso, y supe que murió sin dolor. Se ha ido… permaneciendo para siempre. ¡Gracias Tío!

Y en esa sana aceptación de la muerte como parte de la experiencia, a Dios doy gracias por la oportunidad de esta misma, deseando que mi tía Lupita y mis primos, Rolando "Borre" Quevedo, Karina Silva y Fer, estén fortalecidos en espíritu. Abrazo fuerte que pueda brindarles algún consuelo.


1.- https://dle.rae.es/quijote

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