¿Se puede incrementar la productividad gracias al diseño de interiores?

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Arq. Eliana Urón

En principio, el concepto de la productividad en el ámbito empresarial parecería algo específico de ingenieros o gerentes que trabajan con números, porcentajes e índices de medición de eficiencia. Estamos acostumbrados a que en la mayoría de las oficinas exista una cultura motivada al logro enfocada en conseguir resultados, y en demandar de los trabajadores una eficiencia que representa obtener beneficios mayores con menos gastos, cada vez más rápido, lo que implica tener más responsabilidad y trabajar más duro.

 

El diseño parece un concepto menos riguroso. Algo más orientado a perseguir una estética agradable, algo que tiene que ver más con belleza. Sin embargo, el diseño de interiores es mucho más que eso. Según Dieter Rams, diseñador emblemático, existen una serie de principios para un buen diseño, y gracias a ellos podemos ver que es evidente que el diseño no sólo se ocupa de que todo sea estético, sino que a la vez sea planificado cuidadosamente para ser funcional.

 En un buen ejemplo nos daremos cuenta lo fácil que es entender el enlace que existe entre lo productivo y algo cómodo y estético que permita aumentar el nivel de productividad. Si estas más cómodo, probablemente rindas mejor durante el tiempo que necesites. Un escritorio y una silla bien diseñadas, logra aumentar la concentración, comodidad, adaptabilidad y rapidez en las labores diarias. Una oficina productiva es una que permita a los trabajadores aprovechar al máximo la eficacia el tiempo que pasen en ella. Hablaremos de tres aspectos en particular: la distribución, la ambientación y la implicación.

 En el caso de la distribución, mucho se ha hablado con respecto a la oficina productiva. Una buena distribución es aquella que permite al trabajador tener todo disponible en su espacio inmediato para realizar su trabajo. Un trabajador que tenga que atravesar constantemente la oficina para comunicarse con otro perderá tiempo valioso, además de concentración. Algunos podrían decir que esto se soluciona con comunicaciones en línea, pero esto no aplica en todos los casos. Además, para trabajadores de finanzas, por ejemplo, la privacidad de un cubículo tiende a permitir una mayor concentración, mientras que los creativos necesitan zonas de trabajo conjunto y mesas de conferencias que les permitan dialogar, compartir ideas y presentar proyectos.

 Esto nos lleva al siguiente aspecto: el entorno. Es un hecho que como seres humanos nos desenvolvemos mejor cuando nuestro medio ambiente es agradable, y considerando que pasamos un tercio de nuestro día en una oficina, esto es sumamente importante. Preferir siempre la luz natural sobre la artificial, los espacios abiertos, una ventilación y temperatura apropiadas, presencia espacios de relajación vibrantes con mobiliario cómodo, colores interesantes y aspectos diferenciadores del resto de la oficina, conforman cosas que pueden hacer un ambiente deseable para un trabajador. El mobiliario debe ser siempre funcional y ergonómico, y debe aportar comodidad pero a la vez una sensación de organización.

 Y así́ llegamos al aspecto final del que hablaremos: la implicación. Un buen diseño además de aportar estética y funcionalidad conlleva identidad, puede lograr que los empleados se identifiquen con su lugar de trabajo y se sientan más comprometidos.

 Estos son algunas maneras en las que un buen diseño de interiores puede significar un aumento de la productividad en una oficina, ya que en la persecución de una estética funcional y agradable se puede lograr un efecto especial sobre los que allí́ laboran para dar un sentido de comodidad, eficiencia e identificación con su empresa que los hará convertirse en empleados motivados, eficientes y sobre todo productivos. 

 

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