Se requiere innovar y renovar la vivienda social en Costa Rica.
El país no ha logrado satisfacer la demanda de vivienda de forma adecuada en los diferentes estratos de la población. La necesidad de viviendas proviene de 3 conglomerados socioeconómicos que demandan mejor acceso a vivienda en un entorno saludable y seguro que le permita desarrollar las potencialidades ciudadanas, sin embargo, la forma para acceder a ella es distinta entre los sectores, razón por la que su abordaje debe ajustarse a las necesidades de cada sector.
El primer sector, el más “acomodado” se conforma por el 14% del total de hogares que no cuentan con vivienda propia (INEC) aunque sus ingresos sobrepasan los 6 salarios mínimos, (¢1.5000.000) cifra que supone que pueden acceder a un crédito para vivienda en el sistema financiero sin requerir de ningún subsidio estatal.
El segundo sector, conformado por un 45% del total de hogares “medios” sin vivienda propia, cuyo ingreso es entre 3 y 6 salarios mínimos, (entre ¢748.000 y ¢1.500.000). Este sector requiere alguna ayuda estatal, especialmente los que reciben menos de 4 salarios mínimos. Los otros requieren instrumentos financieros competitivos y principalmente un mercado inmobiliario que atienda sus expectativas.
El tercer sector, está compuesto por el 40% del total de hogares que no cuentan con vivienda propia y cuyos ingresos no sobrepasan los 2 salarios mínimos, (alrededor de ¢499.000) lo que implica que solo pueden acceder a este derecho mediante el bonos familiar de la vivienda, por ello este sector captan actualmente el 95% de los subsidios estatales de vivienda.
Actualmente el Sistema Financiero Nacional para la Vivienda cumple poco más de tres décadas desde su creación, período en el que ha otorgado más de 400 mil de soluciones, lo que explica que Costa Rica sea uno de los países con el menor déficit de vivienda, sin embargo, persisten muchos retos que deben ser cumplidos en el corto y mediano plazo me refiero fundamentalmente a un S.F.N.V., que no ofrece soluciones las familias de sectores medios.
El otro gran reto consiste en asegurar que los subsidios estén dirigidos a las personas que realmente lo necesitan, me refiero a los más necesitados.
Para lograrlo planteo,
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1. Es necesario hacer una articulación de todas las instituciones y programas existentes en el país, las cuales se orientan al combate de la pobreza, pues la dispersión de los programas ha provocado también la dispersión en la atención y ha limitado la mitigación de los problemas sociales existentes.
2. Se requiere que las autoridades encargadas en materia social definan cuales son las zonas vulnerables prioritarias, para con ello establecer los programas específicos para su atención y que impactarán en el corto plazo.
3. Conformar un sistema que permita la unificación y reducción de trámites para el desarrollo de proyectos de vivienda dirigidos a zonas socialmente vulnerables.
4. Aseguramiento de hipoteca, seguro que permita garantizar el retorno de capital y que proteja a las entidades financieras en caso de incumplimiento por parte del deudor hipotecario. Con la protección de dicho seguro, las entidades financieras e inversionistas podrían ofrecer préstamos con mejores condiciones de aporte, gastos y porcentaje de financiamiento.
5. Generar condiciones preferenciales de crédito con el abanico de leyes y reglamentos existentes, reorientando las políticas actuales del Sector Vivienda hacia otro ámbito de aplicación, como es la posibilidad de financiamiento subsidiado a los sectores no cubiertos de nuestra economía.