NO SE TRATA DE SÓLO SER MAMA
En diferentes momentos de la vida de una mujer, hay momentos decisorios o “tipping point” que nos marcan de por vida.
Para las que tuvimos la bendición de ser madres, sin duda alguna el nacimiento de nuestros hijos es uno. Desde el momento en que los cargas en tus brazos, surge un amor infinito por ellos, pero además nos enfrentamos a miedos y temores, que nos hacen buscar en nuestro interior nuestra mejor versión como ser humano, para ser un mejor ejemplo para ellos.
En ese momento surge una conexión de por vida, algo que simplemente no se puede explicar, pero que, de una como un rayo que cae a tu cuerpo, te cambia la vida de un solo y para siempre.
A partir de ese momento, ningún sacrificio es suficiente. Parece como si nos inyectaran una medicina que nos hace inmune al cansancio, sueño y dolor.
Nuestras noches se hacen largas, y nuestras horas de sueño cada vez más cortas. No puedo explicar con mayor descripción el significado de sacrificio, que el desvelo de una madre por sus hijos, siempre pendiente, siempre ahí, de la forma que sea y cómo sea, simplemente conectadas con el corazón, ¡pero cómo no!, si salen de nuestro cuerpo y corazón.
Así comienza una carrera de balance entre nuestras necesidades y las de ellos, nuestros sueños y los de ellos, nuestro destino y el de ellos, nuestros amados hijos.
Sea que se tenga un compañero o no en la crianza de los hijos (lo cual es sumamente importante cuando se tiene como es mi caso), la realidad es que la mamá da un aire de amor, ternura, cariño y calor de hogar, que se siente en los corazones de sus hijos.
Pero no se crea que todo es sacrificio para las mamás, también recibimos algo infinitamente más valioso que es el amor de nuestros hijos, ese que es puro, incondicional, desinteresado, sin límites, a corazón abierto.
En mi caso, luego de tener que sortear por la pandemia más de una prueba, sea emocional, económica o laboral, sólo puedo decir que mi respiro al alma, mi motor de vida, luego de Dios, son mis hijos.
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Descubrí el valor del tiempo, de un abrazo recibido por ellos cuando sentís que no te dan las fuerzas, el valor de un ¡te quiero MAMU! (como me dicen mis hijos), el valor de un ¿en que te puedo ayudar mami, estas bien?.
En días como los que vivimos, donde la pandemia nos ha dado un giro en la forma como trabajamos, como nos educamos y como nos relacionamos, este día de la madre toma un significado trascendental para lo que significa cuidar, educar y proteger al futuro de una sociedad, sus niños y jóvenes.
Si bien, estamos viviendo tiempos donde la intolerancia, desesperanza y odio están más presentes de lo que yo quisiera, mi mejor medicina a eso sigue siendo mis hijos, su sonrisa, su abrazo fuerte y verlos crecer sanos, independientes, felices, libres, realizados y plenos.
Ya me llegará el día en que tenga que dejarlos volar definitivamente, pero mientras ese día llega, concluyo que mi mundo es el más bello por el simple hecho de tenerlos junto a mí, que no paro de agradecer a Dios y la vida el tenerlos a mi lado, y que finalmente, la vida no se trata de sólo ser mamá, sino de simplemente ¡AMAR!.
Profesora Universidad de Costa Rica
3 añosQuerida Gaby muy lindo e impresionante me toco el corazón un abrazote
Comprometida con el desarrollo integral. Apasionada por los DDHH. Eterna buscadora de caminos para la transformación social. La equidad y la inclusión son mi bandera. Soy una persona vitamina. Voz de los sin voz.
3 añosCelebro volver a leerte... Gracias!
GERENTE ADMINISTRATIVO GRUPO VISA
3 añosWow me sentí muy identificada felicidades a todas las mamás
Co-fundadora Academia Elevamos Lideres
3 añosPieza de colección!!! Bellisimo querida Gaby! Gracias por escribir desde el ❤️