SEGUNDO CONCIERTO PARA PIANO Y ORQUESTA DE BRAHMS
La semana pasada, ya dijimos que las cuatro sinfonías de Brahms irían en el equipaje de cualquier aficionado sin discusión. Pero, que los que no nos marchábamos a una isla desierta -con poco bagaje- no estamos obligados a escuchar solo una parte de su obra. Y recordábamos su concierto para violín y orquesta.
Hoy, le ha tocado a una obra un poco posterior a dicho concierto. El primer concierto para piano y orquesta se trata de una obra de juventud, ya que solo había cumplido 21 años. (También es muy bonito y recomendable). Este segundo, es una composición 20 años posterior, de un músico ya consagrado.
Los expertos dicen que se necesita mucha técnica para ejecutarlo; ya que su interpretación requiere mucha maestría para ciertos pasajes muy complicados.
Personalmente, a mí me encantan los tres cuartos de hora que dura el concierto. (Pero para alguien poco aficionado y que tenga curiosidad le recomiendo probar a escuchar el adagio). Tiene lirismo, sentimiento, manifestado al estilo típico de Brahms, con mucha finura, buen gusto y autenticidad.
No quisiera repetirme. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar que después del Emperador de Beethoven, nadie había podido aportar demasiado al género -ni el mismo Beethoven-. Afortunadamente, nuestro querido Brahms consiguió dejarnos una delicia, donde la armonía de la orquesta y el piano vuelven a sonar al máximo nivel artístico.
Director Comercial
1 añoGracias por compartir, José!!!