Seguridad-ataques o transformación ¿qué nos espera este año?
Si tengo que pensar en una lección que nos dejó 2017 creo que es la velocidad que el cambio está tomando. Vivimos varios siglos acostumbrados a que los cambios en el mundo fueran lentos, pero la disrupción digital está empezando a acelerar este proceso, y tanto las personas como las empresas tenemos que estar preparadas. Las personas porque somos la clave de la transformación digital y las empresas porque esto está totalmente ligado a su relevancia en el mercado. También 2017 trajo varios desafíos en términos de seguridad, y no todos estuvieron a la altura de las circunstancias. Por eso creo que 2018 va a ser un año con dos focos centrales para las organizaciones: la competitividad y la seguridad. Tanto la competitividad como la seguridad son aspectos esenciales tanto para afrontar el presente como para prepararse para el futuro y en este sentido quiero compartirles lo que creo que veremos este año:
La influencia de la Transformación Digital en la competitividad
En 2017 el foco fue explicar y entender la transformación digital y su impacto en los negocios y, por supuesto, hubo empresas que avanzaron en este sentido; pero en 2018 creo que se dará un avance más masivo. Esto sucederá porque las empresas percibirán el impacto real de la disrupción digital en la competitividad. Mejorar los procesos o incluso crear procesos nuevos, garantizar la eficiencia, renovar el modelo de negocio e impulsar al staff son fundamentales para la competitividad y la tecnología tiene un rol central en ayudar a las compañías a lograrlo. ¿Las claves para hacerlo? Un CEO comprometido con la transformación, un CIO que lidere el cambio y una cultura corporativa que reconozca y sepa aprovechar la innovación y creatividad que viene de abajo hacia arriba de la estructura organizacional.
Una vez más la seguridad es prioridad
La seguridad nunca deja de estar en la mira de las empresas. Sin embargo, en mis charlas con CIOs de Latinoamérica me sorprendo al escuchar que no están bien preparados para enfrentar los desafíos de seguridad de hoy. Por eso creo que en 2018 el desafío será asumir a la seguridad como una verdadera prioridad, no sólo desde lo teórico sino desde la acción. Al hacerlo las empresas deberán pasar por dos etapas: la primera es proteger el fuerte (el datacenter) pero deben ser conscientes de que ahí no estarán los mayores problemas. Los problemas de seguridad actuales tienen que ver con los usuarios por eso la segunda etapa, y quizás la más urgente en 2018, es proteger el acceso a las aplicaciones y los datos.
El regreso del miedo a la movilidad
Los problemas de seguridad y el temor a la pérdida de control sobre los datos están haciendo resurgir el miedo a movilizar al staff. Creo que en 2018 muchas empresas se replantearán si está bien brindar movilidad empresarial o si es mejor volver a centralizar a todos los empleados en el edificio corporativo. Pero cuidado! El miedo puede no ser un buen consejero. Volver a centralizar todo en el edificio corporativo puede darles una “ilusión de seguridad” pero también las volverá irrelevantes en términos de competitividad y de atracción de talentos. Deben encontrar un balance correcto entre la productividad de los empleados (que está totalmente ligada a que puedan estar visitando clientes, en el campo, recorriendo sucursales etc.) y la seguridad de los datos.
La multinube
En general las compañías de la región están apostando a la nube híbrida (decidiendo qué mantener on premise y qué subir a la nube) y, de hecho, no están eligiendo una sola nube sino varias. Esto hará que 2018 sea el año de multi-cloud, con todos los beneficios que tiene contar con diferentes nubes, pero también con los desafíos que puede acarrear en términos de seguridad, agilidad y experiencia del usuario el uso de nubes distintas, que es necesario resolver de forma consistente.
IoT y AI ¿llegó el momento de que se masifiquen?
Hay mucha expectativa sobre la masificación de estas tecnologías y su impacto en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, creo que todavía su momento no ha llegado. No obstante, estoy seguro de que veremos casos aislados pero muy interesantes a lo largo del año. Desde mi perspectiva, creo que como región aún tenemos otras prioridades en materia de TI que hay que resolver primero.
2018 es un libro en blanco y es momento de empezar a escribir; lo interesante será ver el foco que cada compañía decida darle a este año en pos de seguir siendo atractiva, interesante, eficiente y competitiva. Empecemos todos juntos a delinear el nuevo año, conversemos, debatamos y sumerjámonos en la era del cambio, que llegó para quedarse.