Seguridad Vial: Aspectos a tener en cuenta para la conducción en invierno
Se acerca el invierno y el descenso de las temperaturas, junto con otras condiciones climatológicas adversas como el viento, la lluvia, el hielo o la nieve, nos dificulta la tarea de conducir.
Además de modificar nuestra manera de conducir y tomar ciertas precauciones, se recomienda tener el coche en condiciones óptimas antes de los cambios de estación. En esta época deberemos de tener en cuenta ciertos factores antes de emprender un viaje. Lo primero que deberemos hacer es planificarlo siendo previsor en relación a las condiciones metereológicas. Para ello, se aconseja consultar en la Aemet, en la DGT o en el 011.
Otra tarea que deberíamos hacer siempre que vamos a viajar es comprobar que tenemos la ITV en vigor y que los elementos del vehículo, como la batería, las luces, los limpiaparabrisas y los niveles de líquidos, están en perfecto estado.
En caso de que el parabrisas tenga hielo, se pueden emplear productos específicos, un poco de alcohol o agua fría. También podría utilizarse una rasqueta para quitar el hielo. En ningún caso deberemos echar agua caliente sobre el cristal congelado, el contraste de la temperatura podría rajarlo.
Otra cuestión importante para la seguridad vial en invierno está relacionada con la comodidad del conductor. En invierno nos abrigamos más pero llevar un exceso de ropa puede limitar nuestros movimientos. Además, con el cinturón de seguridad puede sufrirse el “efecto submarino”. Si la temperatura interior la mantenemos a una temperatura de entre 20 y 22 grados, podremos viajar cómodos y con la ropa adecuada.
¿Neumáticos de invierno o All Season?
Los productos específicos para el invierno siempre nos van a ofrecer mayores prestaciones. En este caso los neumáticos de invierno van a proporcionar un mayor agarre, reduciendo el riesgo de aquaplaning.
En cualquier caso, usando neumáticos de invierno o los All Season, hay que comprobar los marcajes del flanco. Si pone M+S significa que el neumático se ha diseñado para circular por superficies con poca adherencia. El icono 3PMSF, quiere decir que el neumático ha superado las pruebas que se realizan para rodar en las condiciones invernales más exigentes.
Para el elegir la mejor opción deberemos valorar el uso que le damos al vehículo. Si disponemos de un vehículo con un tamaño medio y circulamos normalmente por entornos urbanos, los All Season son una muy buena opción.
Eso sí, si vas a viajar por Europa, deberás tener en cuenta la legislación de cada país. Así pues, en países como Austria, es obligatoria equipar neumáticos M+S con una profundidad de dibujo mínima de 4 milímetros en todas las ruedas, entre el 1 de noviembre y el 15 de abril, en carreteras con condiciones invernales. Sin embargo, en Suiza no es obligatorio equipar neumáticos de invierno, aunque en ciertas situaciones, pueden sancionarnos, como por llevar las cubiertas en mal estado por ejemplo.
En nuestro país, es obligatorio usar neumáticos M+S en las ruedas motrices en caso de nieve. En este caso, además, el límite de velocidad está en 50 km/hora y se pueden usar cadenas.
Conducir en cada situación climática
Conducir con lluvia: Como ya sabemos, no es lo mismo conducir con lluvia que con el asfalto seco, teniendo un peligro mayor la primera situación. En caso de lluvia deberemos reducir la velocidad y aumentar la distancia entre vehículos, además de usar las luces de cruce o de corto alcance. Si la lluvia es muy intensa, puede hacerse preciso encender el alumbrado antiniebla. Las acumulaciones de agua en la calzada pueden hacen que el riesgo de sufrir “aquaplanning” sea mayor y provocar que salgas de la vía. No es conveniente realizar maniobras bruscas para no perder el control del vehículo.
Conducir con viento: en esta situación lo fundamental es no perder el control del vehículo. Sobre todo, en viento lateral, que puede incluso desplazar la trayectoria del coche y provocar salidas de la vía. En caso de que adelantemos a un vehículo voluminoso o atravesemos un túnel, debemos tener cuidado con un golpe de aire. En ese caso lo que deberíamos hacer es girar un poco el volante en el sentido contrario. También hay que tener especial cuidado con objetos que puedan ser arrojados a la vía por la fuerza del viento, como ramas o carteles.
Conducir con hielo: el hielo en la carretera puede que no se vea y es muy resbaladizo, por lo que lo convierte en una condición climatológica muy peligrosa. Por eso, es recomendable estar muy atento los días que la temperatura es muy baja y hay humedad en el ambiente. En el caso de que nos encontremos una placa de hielo, no pises el freno, levanta el pie del acelerador y sujeta firmemente el volante. Para evitar que las ruedas patinen es mejor usar marchas largas.
Conducir con niebla: En este caso el problema será la visibilidad. En este caso se aconseja encender las luces correspondientes, reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Si aun así no vemos bien, buscaremos una zona segura fuera de la carretera para detener el vehículo.
Conducir con nieve: esta situación es muy complicada. Si necesitamos coger el coche en estas circunstancias (lo más recomendable es evitar conducir), deberemos circular con las mismas precauciones que en el caso de lluvia. También es necesario usar cadenas y en caso de que sea un día soleado, se recomienda usar gafas polarizadas para evitar deslumbramientos.