Selfpackaging, la revolución de las cajas rígidas
En Selfpackaging hemos conseguido fabricar un packaging rígido pero a la vez plegable, de fácil montaje y desmontaje que facilita su envío y almacenaje en plano. Una innovación que puede ser un gran soporte para todos los negocios que requieran un packaging premium de primera calidad sin renunciar al ahorro de espacio en almacenamiento.
Nuevo producto, cajas rígidas plegables
Las cajas forradas plegables están compuestas por una faja rígida forrada en papel o tela (que puede ser 100% impresa y personalizada), y una cubeta de cartón pegada a la faja, la cual es plegable. Las ventajas de este nuevo producto son varias y de gran valor, su rápido montaje y su cierre de seguridad por medio de imanes permiten un picking rápido y sin otros utensilios adicionales como precintos, flejes, etc…
Con este novedoso diseño, da solución a una demanda en auge. El packaging de envío premium, a un precio asequible y con las ventajas de la sostenibilidad y la producción local por bandera. Si estás interesado puedes ponerte en contacto con su equipo de producto advisors a través de nuestra página web o rellenando el formulario aquí.
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Materias primas sostenibles
Estamos comprometidos con el medio ambiente estando en constante mejora día a día con el foco puesto en la sostenibilidad. Seleccionamos cuidadosamente la materia prima que empleamos para fabricar su nueva caja forrada plegable, además de intentar aprovechar al máximo el papel, reduciendo los residuos al mínimo.
Su base de cartón gris, fabricado con papel reciclado procedente de bosques bien gestionados (FSC), hacen que esta caja sea sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Y forrada en wibalin, un material 100% reciclado procedente de residuos domésticos (residuos post-consumo) e industriales (residuos post-industriales).
Producción nacional, más ahorro
En Selfpackaging contamos con producción local en Calaf, un pequeño municipio cercano a Barcelona. Apostamos por materias primas de proximidad, evitando así roturas en la cadena de suministros, cumpliendo con los tiempos de producción.
Con esto se disminuyen considerablemente los gastos de envío y la huella ecológica de las empresas evitando que el packaging haga miles de kilómetros desde China, una práctica poco sostenible para el planeta.