Septiembre sin estrés: Cómo volver de las vacaciones con bienestar

Cuando las vacaciones llegan a su fin, muchos de nosotros comenzamos a sentir el peso de la rutina. Visualizamos nuestras obligaciones y la interminable lista de tareas pendientes. Esto no solo ocurre después de las vacaciones, sino que también es común los domingos por la noche, cuando nos agobia el solo hecho de pensar en todo el trabajo del lunes comienza a asomarse. Estos pensamientos suelen ir acompañados de emociones negativas, anticipando lo que está por venir.

Los primeros días de vuelta al trabajo pueden parecer eternos, y las próximas vacaciones se ven muy lejanas. Este contraste entre el tiempo libre y las responsabilidades diarias nos hace vivir en un ciclo de opuestos: vacaciones vs. rutina, fines de semana vs. semanas laborales, vida personal vs. vida profesional.

Claramente, esta fórmula no es sostenible. Disfrutar de unas vacaciones de 15 días para luego pasar el resto del año agobiados no es una estrategia de bienestar.

En este contexto, resulta interesante mencionar la entrevista realizada a Daniel Gilbert, publicada por Harvard Business Review Press, en la que se destacan las investigaciones del psicólogo Ed Diener. Diener descubrió que las personas que experimentan docenas de pequeñas experiencias agradables a lo largo del tiempo son más felices que aquellas que dependen de unos pocos momentos increíbles y maravillosos.

Por supuesto, unas vacaciones fantásticas pueden ser una fuente de disfrute, pero esperar que ese bienestar dure todo el año es un error de predicción.

Aquí algunos consejos para enfrentar la rutina diaria con más optimismo:

1. Reflexiona sobre lo que disfrutas durante las vacaciones: ¿Leer, caminar, disfrutar de una buena cena, pasar tiempo al aire libre? Identifica esas experiencias y encuentra formas de integrarlas en tu vida diaria.
2. Reconoce lo que te gusta de tu vida cotidiana: A menudo, las pequeñas cosas que disfrutas pasan desapercibidas. Tómate un momento para apreciarlas.
3. Planifica tu regreso de forma gradual: Haz una lista de prioridades y revisa si hay tareas que puedes hacer de manera diferente para ser más eficiente y liberar tiempo.
4. Incorpora experiencias de bienestar diarias: Incluye en tu agenda actividades que te hagan sentir bien, y trata esos compromisos con la misma importancia que los compromisos laborales.
5. Practica el "saboreo" por recordación: Mantén una foto de tus vacaciones para revivir las emociones positivas que experimentaste.
6. Dedica tiempo al descanso y autocuidado: Dormir bien, hacer ejercicio, meditar, realizar actos altruistas y conectarte con otras personas son prácticas recomendadas por la neurociencia para mejorar el bienestar.

Aprender a planificar es clave para incorporar nuevas rutinas. Es poco probable que, sin una revisión de cómo estamos haciendo las cosas, podamos integrar prácticas que favorezcan nuestro bienestar.

Como dice Gilbert: “La felicidad es así. Las cosas que puedes hacer para aumentar tu felicidad son obvias y pequeñas, y solo toman un poco de tiempo. Pero tienes que hacerlas todos los días y esperar los resultados”.

Cuéntanos en los comentarios, ¿qué tal ha sido tu regreso?

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