Si crees que va a pasar algo malo, pasará

¿Conoces la sensación de levantarte un día con mal pie y que no te salga nada a derechas?

Seguro que te ha pasado.

Parece que alguien te ha echado mal de ojo porque, incluso las tareas más sencillas, te salen mal. Y claro, llega un punto en el que echas sapos y culebras por la boca.

Lo que quizás no te hayas planteado nunca, es que sí le pasa a tantas personas, es por algo. ¿No crees?

Profecía autocumplida: el sesgo que te está fastidiando la vida

Debes saber que, cuando me enteré de que existía este sesgo, en cierto modo respiré tranquila.

Lo primero, porque me di cuenta de que no era la única a la que le pasaba y eso relaja (ya hablaremos de este otro sesgo) y, lo segundo, porque si hay una explicación, también hay una solución.

En cualquier caso, hoy quería presentarte este sesgo para quitarte esa carga mental y para enseñarte que, el responsable de lo que te ocurre, en cierto modo eres tú.

Me explico.

La profecía autocumplida se refiere a aquellas predicciones que, tras ser hechas, se convierten en realidad.

En cristiano: que si estás diciéndote todo el rato a ti mismo, que no vas a conseguir ese trabajo, no vas a encontrar clientes o que te vas a tropezar, terminará sucediendo.

Pero hay una explicación más allá que debes conocer.

Lo que de verdad esconde la Profecía Autocumplida

¿Te acuerdas de nuestro amigo SAR? Sí, ese sistema de tu cerebro que actúa como SIRI y decide a qué cosas le haces caso.

Pues bien, cuando le dices a tu cerebro que las cosas van a salir mal, el SAR (que te quiere apoyar en todo) se preocupa en buscar argumentos que corroboren esa idea. Es decir, te fijas solo en lo negativo.

Así que, no es tanto el hecho de que todas las cosas te salgan mal, como que tú mismo estás decidiendo fijarte en aquello que demuestra que eres un inútil.

Cómo utilizar la profecía autocumplida para vender productos

Si sabemos que nuestras expectativas se cumplen, ¿no pasará lo mismo con nuestros clientes?

La respuesta es sí.

Lo único que tienes que hacer es conseguir sembrar en tus clientes el pensamiento de que conseguirán solucionar su problema con lo que les ofreces (y ayúdales a ello, por supuesto).

Si están convencidos de ello, harán todo lo posible por sacar provecho a tu producto y/o servicio, solucionando así sus necesidades. Además de fijarse más en las cosas positivas que tienen que ver con tu marca.

Y, ¿cómo puedes sembrar ese pensamiento positivo? Muy sencillo, recurriendo al neurocopywriting.

Fácil, ¿verdad? Pues ya estás tardando en ponerte en marcha.

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