¿SIEMPRE SERÁ LO MISMO?

Siempre olvido las llaves..., siempre se queja de lo mismo,...nunca ha podido tener una relación estable..., nunca está contento con nada..., siempre estoy estresad@ por algo..., nada me satisface...

Todos tenemos un SIEMPRE, un NUNCA, un NADA, es decir, patrones comportamentales que se vuelven nuestra realidad y que convertimos en cadenas con grilletes imposibles de soltar.

Realmente nos acostumbramos a todo, a vivir maluco, a quejarnos por algo, a estresarnos por todo. Pero también podemos acostumbrarnos a vivir bien, a mantener la calma a pesar de las circunstancias, a observarnos y aprender continuamente para mejorar nuestra vida y nuestras relaciones.

El problema es que no hemos desarrollado la AUTO-OBSERVACIÓN y la OBJETIVIDAD con nosotros mismos.

La primera se desarrolla haciendo pausas e imaginándonos viéndonos a nosotros mismos desde arriba, como espectadores de nuestros pensamientos y acciones. La meditación y el mindfulness, que nos ayudan a estar presentes en el ahora y calmar nuestra mente, son herramientas ideales de preparación para la auto-observación, así como el contacto con la naturaleza y el deporte.

Ya la objetividad, bueno, esa se desarrolla cuando entrenamos la capacidad de separarnos de nuestro EGO. El ego es como el conjunto de máscaras que usamos día tras día, es la proyección de nosotros mismos que no nos permite vernos tal y como somos, la cruda realidad, o más bien, la sana realidad, que nos permite ver nuestras luces y sombras, admitirlas y manejarlas de la mejor manera posible, pues cuando negamos nuestras sombras es cuando se vuelven más peligrosas y pueden llegar a dominarnos.

El problema es que no nos enseñan el cómo hacerlo. Las instituciones educativas nos llenan de información pero no de verdadero conocimiento y prácticas para vivir mejor y ser más felices.

Se requiere dedicar tiempo a estas prácticas, simples pero poderosas, que nos permiten conectamos con nuestra esencia y aumentar nuestro nivel de consciencia. Es un proceso gradual que mejora con el tiempo.

El objetivo inicial es calmar la mente, que mantiene como un río revuelto, distrayéndonos del presente. Nuestros pensamientos son el principal origen de nuestras preocupaciones, ansiedades y estŕes. Aprender a calmar y gestionar nuestra mente, bien llamada la loca de la casa, es determinante para desarrollar la auto-observación y objetividad, capaces de elevar nuestro nivel de consciencia y evolucionar como verdaderos seres humanos.

Tener una vida distinta, radica en una decisión. Una decisión firme y clara de trabajar en un@ mism@.

Es imprescindible trabajar primero en mí, separarme de mi ego, y ser capaz de reconocer mis luces y sombras para, a partir de allí, realizar cambios profundos y duraderos de una realidad que no deseo.

Recuerda: Tú decides ser víctima de las circunstancias o autor de tu propia historia. El cómo respondes a lo que te pasa en la vida, es la diferencia.

Feliz semana.

Namasté.