Siete claves para elegir una entrada segura
La puerta de entrada de un edificio es el principal eslabón de la cadena de seguridad y protección física, si ésta falla o no es lo suficientemente segura, nada dentro del edificio —personas, equipos e incluso información— estará protegido.
No se trata de elegir siempre una puerta de hierro blindada e impenetrable; en múltiples ocasiones las empresas adquieren soluciones y equipos que no corresponden con la carga o el flujo real del lugar, por lo que la instalación termina acarreando altos costos económicos mientras es subutilizada.
También es probable encontrar aquel cuyos cálculos fallaron e invirtió en una solución de entrada con un nivel de seguridad y de capacidad muy por debajo de lo que realmente requería. En este caso no solo se está tirando el dinero a la basura, sino que además se cae en la necesidad de realizar nuevos estudios, inversiones e implementaciones.
Por eso, lo aconsejable es buscar la asesoría de quienes llevan años estudiando, entendiendo y solucionando las necesidades de seguridad cuando de entradas o accesos de edificios se trata.
No en vano, más de cien años de experiencia le han permitido a Boon Edam formular la Metodología de decisión STARTSS®, una especie de guía que, a partir del análisis de siete factores, facilita seleccionar la solución más adecuada de entrada de seguridad.
Seguridad física
La primera variable que se debe tener en cuenta en el camino de adquirir una solución de entrada segura suele ser, precisamente, la razón de la compra: seguridad física. Este elemento se refiere a las particularidades, deseos y requerimientos de seguridad. Dónde estará instalada la solución (ingreso principal, acceso interior, etc.), el manejo de las visitas, la autorización selectiva de ingreso, la disposición de personal de seguridad para complementar la tecnología y la zona geográfica en la que se ubica el edificio, son algunos puntos a los que se refiere este elemento.
Flujo
Es importante conocer el flujo de personas que entran y salen diariamente del edificio, particularmente en las horas pico. Algunas soluciones no están diseñadas para permitir un flujo ágil de personas, se puede desbordar su capacidad y generar largas filas y, en consecuencia, mala experiencia de usuario y pérdidas sustanciales de tiempo que pueden derivar en pérdidas económicas. Otra forma de dejar ir el dinero entre los dedos es implementar una solución diseñada para grandes flujos cuando se trata de una compañía con pocos empleados y pocos visitantes.
Estética
Para la mayoría de las personas, los acabados arquitectónicos y la apariencia de la solución de ingreso seguro son determinantes, sobre todo si se habla de la puerta de acceso al edificio, es decir la primera impresión. Muchas veces se equipara este elemento con la seguridad y si bien es cierto que el factor estético es fundamental para la imagen de una compañía, no se debe perder de vista que altos niveles de vulnerabilidad tampoco favorecen a la imagen.
Retorno a la inversión (ROI)
Es clave conocer cuál será la inversión que se va a realizar en la solución de ingreso seguro y que ventajas de todo tipo conllevará, cuánto dinero ahorrará en personal, energía y durabilidad (vida útil).
Entrenamiento
Usualmente este elemento no es considerado como un factor determinante en la decisión de compra, sin embargo, es fundamental en temas como la experiencia de usuario, los costos de instalación, mantenimiento preventivo y operación. Pregúntese ¿Es un equipo fácil de operar, de usar y de mantener?
Servicio o soporte
No es común que los usuarios de este tipo de soluciones se pregunten por el soporte que ofrece el fabricante, no obstante, es el servicio es un elemento que impacta directamente la operación ininterrumpida del equipo y el retorno a la inversión. Es recomendable adquirir soluciones con compañías que garanticen un acompañamiento constante y duradero.
Seguridad del usuario
En ocasiones se da por hecho que al proteger el edificio se está protegiendo al usuario. No siempre es así. Perder de vista la protección de las personas podría minar la efectividad y el éxito de un sistema de ingreso seguro. Es indispensable elegir soluciones que incorporen normas de seguridad y evacuación, que se integren con otros sistemas de seguridad personal como alarma y detección de incendios y que cuente con señales audibles y visibles para personas con discapacidades.
Finalmente, existe un elemento adicional que hace que la solución que una compañía necesita nunca sea igual a la de otra compañía: la cultura corporativa. Aquellas particularidades que hacen que su nivel de riesgo y sus necesidades de seguridad sean absolutamente especiales a la hora de elegir una nueva entrada de seguridad. Por ejemplo, el qué hacer de la organización, la apertura de los empleados al cambio y a la tecnología, los visitantes especiales de la empresa (niños, adultos mayores, mascotas), los objetos que circulan por los accesos (carritos, dispositivos, paquetes).
Cada lugar tiene un nivel de riesgo distinto y unas necesidades particulares que no pueden ser tomadas a la ligera y aunque estas claves le permitirán hacer un análisis preliminar de sus necesidades, siempre será una buena decisión tomar en cuenta la experiencia y el ojo agudo de un asesor.
Espero que hayan disfrutado esta columna. Si tienen algún comentario o pregunta, me la pueden enviar a magdalena.reyes@boonedam.com.