SIGUE TU INSTINTO
La sociedad en la que vivimos, la de ahora, a veces nos hace correr demasiado.
Y a veces también nos hace no prestar atención a pequeños detalles que pasan desapercibidos porque nuestro ritmo de vida es bastante frenético. Y, a veces, esos convencionalismos sociales nos marcan demasiado y tenemos que "ser" lo que otros quieren que seamos. Y eso, a veces, difumina nuestros pensamientos y nuestra actitud.
Es importante no perder la esencia. Es importante "no dejar de ser"; porque esa es nuestra fuerza interior. Cierto, no es fácil. Pero hay que intentarlo. Porque al intentarlo, estamos generando energía positiva, creativa y regeneradora.
Esto me pasó hace 25 años.
Estaba estudiando Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Madrid. Todo bien. Todo correcto. Todo, "como tenía que ser". Y, de repente, de forma casual e inesperada veo por televisión un reportaje sobre una nueva forma de "hacer teatro" que estaba despertando y despuntando en la cartelera madrileña: teatro musical.
Ya llevaba jugando con el teatro desde que era niño, desde el colegio. En el instituto ya me subí muchas veces a las tablas... pero siempre como algo "alternativo", como algo "amateur".
Ese reportaje cambió mi forma "de ver".
Y decidí probar suerte. Y decidí arriesgar. Y decidí seguir a mi instinto.
A día de hoy, estoy orgulloso de tener la mejor profesión del mundo: el TEATRO.
Aquella señal, aquél momento mágico me hizo replantearme muchas cosas y enfrentarme a muchas otras. Y el camino no ha sido fácil. No. Porque no lo es muchas veces.
Pero ha sido el mío. Y eso me hace FELIZ.