SILENCIO, POR FAVOR
SILENCIO, POR FAVOR. Carmen Pastor.
¡Qué difícil es escuchar! Escuchar absolutamente. No con las orejas, no. Con los ojos. Intentar comprender lo que nos dicen, ponernos en su piel.
¡Qué difícil no juzgar sus comportamientos ni lanzarse a dar consejos!
Y ¿qué me decís de no interrumpir? Saber escuchar y morderse la lengua para no decir aquello que odiamos intensamente que nos digan: “Pues a mi me pasó...”, o el famoso “¡Y yo más!”.
Eso es lo opuesto a escuchar. Es transferir los sentimientos del otro a mi propia experiencia y no tomarnos el tiempo ni el esfuerzo de adentrarnos en las vivencias que nuestro interlocutor nos intenta hacer llegar.
No hay mala intención. No. Pero corta la conexión y el “buen rollo”. Porque nos volvemos a quedar a solas y ya no nos va a apetecer abrirnos a esa persona.
Practicar la ESCUCHA ACTIVA es un ejercicio complejo en el que el receptor sólo debe recibir la información con todos los sentidos: mirando al otro de frente, dejándole tiempo para que pueda estructurar el mensaje que quiere hacernos llegar.
En silencio, SILENCIO DE PALABRAS Y SILENCIO DE GESTOS (¡¡no vale que las cejas se nos suban hasta casi el cuero cabelludo o mostrar desacuerdo negando o frunciendo el ceño!!). Sólo vale dar un sutil feedback con el que animamos al emisor a continuar (sí, ya sabéis, eso de asentir, los ruiditos que hacemos cuando hablamos por el móvil para que sepan que seguimos en línea, parafrasear o alguna frase que como el aceite haga fluir la tan importante comunicación).
Yo creo que ESCUCHAR ES OFRECER TODO NUESTRO RESPETO a la otra persona, incluso aunque lo que esté diciendo nos parezca incorrecto, aunque tú seas el experto y el otro un novato o, aunque después tengas hasta que oponerte a su discurso.
Qué importante es escuchar en las familias. Qué necesario en la pareja. Qué interesante en el trabajo.
Nos gusta hablar, oír nuestra voz, contar nuestras cosas, ser protagonistas, pero que pocas veces sabemos dar un pasito atrás para aprender de otro ser humano. Y ojo, ¡mira que se aprende escuchando!
Por cierto, me voy a callar un ratito, a ver qué me contáis y aprendo algo, que falta me hace...