Simplificar
Simplificar. A veces menos es más y en todo caso lo que nos salva es el detalle.
Estamos rodeados de objetos y carentes de objetivos aun cuando comprobamos fehacientemente que el dinero no hace realmente rico.
La armonía es la verdadera dicha y para alcanzarla hemos de hilvanar la vida entendiendo la exigencia de priorizar y reflexionar. Al buscar la paz existencial resulta positivo ser reflexivo y sujeto a control.
Pasamos grandes ratos al aire libre, aprendamos a contemplar la belleza, a escuchar desde el silencio, en defensa de la tranquilidad eliminemos lo superfluo e innecesario.
Quizás nuestro objetivo no será ser mejores sino más profundos (o ambas cosas) y desde luego no pasa nada por no tener respuesta para todo.
Relativicemos los problemas, dosifiquemos la comida y la bebida, llevemos una vida ordenada y honesta, cuidemos de la propia salud física y mental, disfrutemos de la naturaleza, practiquemos deportes, mantengamos mucho trato con los demás y aprendamos a envejecer. Mientras tanto digamos sí a las pasiones pero sin dejarnos esclavizar.
Dado que el bienestar es subjetivo, busquemos el relajamiento interno y el sueño reparador. La mente incide sobre el metabolismo, así que propiciemos la higiene mental.
Y recuerda ¨a veces menos es más¨
Les leo en los comentarios.