Simuladores, su curioso vínculo con la aviación y el caso de Débora Pérez Volpin
Mientras continúa con sus actividades médicas, el doctor Nelson Condado sigue con el mejoramiento de sus simuladores día a día. Al respecto de este tema, tuvo la sorpresa de ser entrevistado por el periodista de El Trece Mario Massaccesi a través de su programa radial por AM 1110.
Es sabido que las técnicas con los simuladores de endoscopía creados por Nelson Condado dio sus frutos. Tan es así, que fueron importados a países latinoamericanos y frecuentemente, se llevan adelante varios congresos con profesionales de distintas partes del mundo.
Esto despertó el interés del periodista Mario Massaccesi, quien lo entrevistó en Massaccesi Que Nunca por la emisora radial porteña AM 1110. “Habitualmente cuando uno se forma, la educación tradicional siempre fue con el paciente y experto al lado que lo iba guiando. Uno aprendía con el propio paciente, con lo cual se terminaba aprendiendo en un ambiente de mucho estrés, tensión y poniéndolo en riesgo”, explicó sobre el porqué de la creación de estos simuladores.
Con el objetivo de llegar a una técnica avanzada a la hora de enfrentarse a un paciente, el exdirector del hospital Capredoni sostuvo que “si uno comete un error es algo beneficioso, porque uno ve lo que pasaría si lo hubiera hecho en un paciente. De esta manera, cuando uno comienza a hacer procedimientos en los pacientes ya tiene un camino recorrido y simplifica muchísimo”.
En este sentido, Condado citó una frase para replicar los inicios de estos simuladores: “Hay una frase que dice ‘la necesidad es la madre del ingenio’. Nació por ese motivo”. A su vez, dijo que realiza una práctica de una alta complejidad, riesgosa en las primeras etapas del proceso endoscópico: “A medida que fui viendo la necesidad de poder aplicarla me encontraba con un problema y pensé de qué manera podía resolver. Se me ocurrió desarrollar un modelo de simulador muy simple hace seis años”.
Con el correr del tiempo, el gastroenterólogo fue mejorando sus simuladores y donó algunos prototipos a distintos hospitales, tales como el hospital El Cruce en Florencio Varela y el hospital San Martín de La Plata. “Qué importante haber tenido este gesto con hospitales públicos donde pasa tanta gente y donde el personal de salud hace tanto esfuerzo para ayudar y atender”, destacó Massaccesi frente al relato de Condado.
Por su parte, el actual jefe de gastroenterología del hospital Capredoni resaltó que “ya se conoce cuántas endoscopías se debe hacer para considerarse competente” y enfatizó en el trabajo del personal de salud: “Los médicos hacemos un gran esfuerzo para poder formarnos y atenderlos de la mejor manera posible”.
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Cómo repercutió el caso de Débora Pérez Volpin
El caso conocido de la muerte de Débora Pérez Volpin sacudió no solo a todo el país, sino también a los médicos especializados en endoscopía. “Sin dudas cuando sucede lo de Débora en el interior nos vimos afectados. Se suspendieron estudios al principio, tuvimos que dar charlas informativas y explicarle a la gente para que no le tuviera miedo. La endoscopía es un procedimiento que salva vidas. Lo que pasó no conozco los detalles no son cosas que por suerte suceden habitualmente”, señaló.
Sumado a eso, Condado indicó la importancia de la concientización a sus pacientes, quienes en ese momento “preguntaban siempre por el caso y uno tenía que dedicarle un poco más de tiempo a la consulta tratando de descontracturar, generar confianza y que vengan sin miedo. Después de un año la situación se normalizó un poco en la actividad”.
El vínculo de sus simuladores con un fabricador de helicópteros
El médico confesó que sus simuladores de endoscopía están inspirados en un fabricador de helicópteros: se trata de Augusto Cicaré, quien falleció en enero de este año. “Cuando me entero de esta situación me puse en contacto, aceptó que lo conozca y le pudiera hacer unas preguntas. Fue una experiencia muy linda e interesante porque hay una correlación entre la aviación y la endoscopía”, subrayó.
“Me comentaba que cuando desarrolla el simulador de helicópteros, se lo daba a volar al socio para ver si cualquiera podía aprender a volar y así fue”, añadió al respecto de la actividad que lo incentivó a cranear sus propios artefactos ligados a la medicina.