Sin metas, el éxito es un imposible

"Si un hombre no sabe a qué puerto navega, ningún viento le es favorable"  

Lucius Annaeus Seneca

Buscar las metas adecuadas

“La gente no es vaga” sostiene mi socio y también (aunque con palabras menos coloquiales) Anthony Robbins, autor de Poder sin Límites. Y agrega, “simplemente les han dejado metas impotentes”.

Esto es, digo yo, metas aburridas que no los inspiran para nada.

Las personas tienen diferentes metas

Uno de los reclamos que nos llega a menudo en SC&S Consultores Asociados en nuestro trabajo de Consultoría en empresas, es cuanto les cuesta a Jefes y Gerentes encontrar gente que comparta las metas de la Compañía.

Y el problema es que suelen estar trabajando con personas cuyas metas en la vida pueden ser muy diferentes a las de la Compañía, pero casi nunca lo tienen en cuenta.

Estoy convencido que no se trata de haraganería, sino que hay cada vez más personas que no consiguen visualizar una razón lo suficientemente poderosa para ofrecer su compromiso total. Saber “qué” o “cómo” debe hacerse no les genera el menor interés. Se movilizan solo con un fuerte “para qué”.

Debemos tener esto muy en cuenta cuando nos toca dirigir gente, tratando de conocer a nuestros jugadores y ayudarlos a jugar. ¿Qué tal si conocemos sus objetivos y metas, tal que podamos alentarlos en ellas? ¿Conocen lo que se espera de ellos, realmente? Y en el mejor de los casos, si tienen metas ¿se alinean con lo que ellos desean?

Usar las metas para ayudar a crecer

Una meta es un objetivo, un propósito. Es mucho más que un sueño. Puede que sea un sueño, pero sobre el que te proponés accionar. Es mucho más que un “cómo me gustaría poder conseguir…” Es un determinado “sobre esto voy a trabajar todos los días”.

Nada diferente ocurre, ni un paso adelante se avanza hasta que no se define una meta.

Sin metas, las personas navegan sin destino en los trabajos. Hacen lo que se supone es su tarea, sin saber muy bien adónde se están dirigiendo y por lo tanto, sin llegar nunca a ningún lado.

Las metas son esenciales para el éxito

Pensá en esto: sin una meta, no hay éxito casi ni siquiera por casualidad. En definitiva, sin metas, no es posible crecer. Y las personas, como las Compañías, necesitamos de fuertes motivaciones para seguir adelante y crecer.

Empezá tu día, tu semana, tu mes, tu año, sabiendo adónde querés llegar y, como gerente, ayudando a visualizar adónde quieren llegar los miembros de tu equipo.

Pasos que ayudarán a trazar un camino claro:

Ayudá a tus colaboradores (y a vos mismo, claro!) a buscar respuestas precisas a estas preguntas:

• ¿Qué te satisface?
• ¿Qué te gustaría conseguir en tu trabajo?
• ¿Qué querés hacer?

Si las personas no consiguen hacer en sus trabajos lo que más les gusta, terminarán en otro lugar o terminarán en la más aburrida de las mediocridades.

Tu propósito como gerente es hacer que cada persona de tu equipo tenga metas desafiantes y sepa adónde se dirige. Y asegurate de tener claras las tuyas!