Sin sentimiento no hay impacto

(Pensando bajo la ducha)

El marketing digital coloca la flecha en la diana

Últimamente estoy leyendo muchos artículos sobre Marketing Digital, tema que me está apasionando gracias al Programa Directivo que estoy siguiendo en la Escuela de Negocios BBTS y su coordinadora, Monica Carratalá, una crack en la materia.

El caso es que, en el curso, y en los numerosos artículos que estoy leyendo, se recalca mucho la capacidad de impactar de una manera personalizada que tiene el Marketing Digital. Ya no se trata solo de vender a tu publico objetivo de una manera intuitiva, sino que, gracias a la tecnología 3.0, el big data, los algoritmos predictivos, etc, etc, la intuición queda atrás, ahora todo se puede medir para que tu impacto sea realmente efectivo.

Para vender hace falta emocionar

Sin embargo, hay una cosa que la Inteligencia Artificial aún no puede lograr: tener emociones. Los sentimientos siguen siendo, por ahora, eminentemente humanos. Puede que un robot haya enviado tu anuncio a la persona dispuesta a comprar lo que vendes, pero si tu creatividad no transmite la emoción adecuada, si su tono no es el apropiado, olvídate, no estás consiguiendo nada.

Valoremos la capacidad de transmitir emociones

Por ello, y saco aquí a relucir de nuevo mi vena reivindicativa, las personas que trabajan con las emociones, los profesionales que logran transmitir sensaciones, mediante la palabra, el diseño gráfico, la creatividad, la fotografía, el dibujo,... son tan importantes como esa tecnología predictiva de la que tanto se habla. Démosles el valor que se merecen.

Saber ponerte en la piel de otro, saber captar y transmitir la emoción adecuada, es tan difícil y, de verdad, tan necesario, que sigo sin entender porque siempre somos el último mono de la ecuación. Qué mal nos hemos vendido a nosotros mismos.

De momento los robots no tienen emociones, el día que las tengan, estaremos hablando de otra cosa.

Este artículo se basa en valoraciones personales, reflexiones que se me ocurren bajo la ducha, el mejor lugar para darle al coco, no pretendo que sienten cátedra pero sí que nos hagan pensar y que, si es posible, abran un debate. Te invito a ello: ¿tú que opinas?