Soñando con bailarinas
A mi madre le encantaban las bailarinas de #ballet clásico. Vio El lago de los cisnes cuando era ya muy mayor y sus ojos brillaron como los de una niña pequeña. No era tan importante la historia, que le pareció preciosa, sino el conjunto, el espectáculo en sí. La música, la delicadeza de las bailarinas en el escenario cuando se elevaban de puntillas, los tutús que parecían flotar… Se emocionó mucho. El ballet la cautivó como si se tratara de un espectáculo de magia.
Y es que el #arte, en cualquiera de sus facetas, es necesario para el ser humano, porque no solo somos seres racionales, también estamos hechos de ilusiones, de sueños e imaginación, de sentimientos, y eso se representa con la pintura, la música, el teatro, la literatura, el baile, etc. Es “el alimento del alma”, es necesario y es terapéutico. Nos enriquece emocional y culturalmente y nos ayuda a mantener un buen equilibrio mental y emocional plasmando los conflictos internos. Fomenta la creatividad y la imaginación y es la representación de los sueños y anhelos de un pueblo.
No dejemos de emocionarnos, ya sea con un libro, una película, o como mi madre: con una bailarina de ballet clásico girando de puntillas en un escenario lleno de #magia.