Sobre el Covid-19, Frankenstein y los recaderos autopropulsados.
Reconstruir lo humano a partir de lo digital.

Sobre el Covid-19, Frankenstein y los recaderos autopropulsados.

"estamos ligados por vínculos tenues a la prosperidad o a la ruina".

“Durante el verano de 1816, el año sin verano, el hemisferio norte soportó un largo y frío «invierno volcánico» debido a la erupción del volcán Tambora. Durante este terrible año, Mary Shelley y su marido Percy Shelley hicieron una visita a su amigo Lord Byron que entonces residía en Villa Diodati, Suiza. Después de leer una antología alemana de historias de fantasmas, Byron retó a los Shelley y a su médico personal John Polidori a componer, cada uno, una historia de terror. De los cuatro, solo Polidori completó la historia, pero Mary, basándose en las conversaciones que mantenían con frecuencia Polidori y Percy Shelley respecto de las nuevas investigaciones que trataban sobre el poder de la electricidad para revivir cuerpos ya inertes, concibió una idea que sería el germen de la que es considerada hoy la primera historia moderna de ciencia ficción: Frankenstein o el moderno Prometeo.”

Y así, aislados, protagonistas accidentales de lo que resultaría un excelente guion de ficción distópica, nos encontramos. Tras unos días de incertidumbre y, al menos en apariencia, cierta laxitud y lentitud en las medidas de contención adoptadas por la mayoría de instituciones, todas parecen converger finalmente en la necesidad, en el mejor de las casos, de mantener un cierto grado de aislamiento en la población, restringiendo en muchos casos la movilidad o confinando incluso aquellas zonas especialmente afectadas. El caso es que no cuestiono en absoluto ninguna de estas medidas, es más, las celebro y estoy seguro que serán efectivas. Tampoco me atrevo a cuestionar esa aparente laxitud en el despliegue de las acciones de contención por parte del gobierno ni a compartir mi opinión sobre el asunto, puesto que para lo primero ya existe la oposición y, para lo segundo, twitter y su consejo de sabios.

Simplemente me interesa compartir una observación banal, a modo de reflexión individual y por quitar algo de hierro al asunto, acerca de esta situación. Y es que tengo la sensación de que existe cierta curiosidad en ver como seremos capaces de sobrellevar las medidas provisionales de arresto domiciliario dictadas por el Covid-19 y de como conseguiremos contener esa tendencia a la hiperactividad social que, como buena cultura latina, nos caracteriza. Que no cunda el pánico, se trata sin duda de un temor infundado, el teletrabajo, las bacanales hasta ahora exclusivamente nocturnas de contenidos en plataformas de streaming, los recaderos autopropulsados 2.0 de Glovo y el e-commerce, garantizan una experiencia de reclusión óptima. Sin saberlo, llevamos años de entrenamiento silencioso, reduciendo progresivamente a través de nuestros hábitos diarios cualquier tipo de dependencia a una interacción social con el otro en la que no medie una pantalla y ese inevitable dolor cervical propio del gesto reverencial y de sumisión que adoptamos al relacionarnos con ella. Pero si (ojalá no ocurra), esta situación se alarga y agotamos los contenidos de Netflix y empezamos a sentir como resucita en nosotros cierta pulsión olvidada de interacción humana no virtual, siempre podremos desempolvar algún libro inacabado que, junto con la dosis justa de ese elemento casi extinto que es el aburrimiento, nos inspire, como a Polidori y Shelley, a crear una nueva historia en la que nos replanteemos como reconstruir, en este caso, lo humano a partir de lo digital.

Citando a Shelley, "estamos ligados por vínculos tenues a la prosperidad o a la ruina".

Feliz fin de semana, y ya sabeis, a leer en casa.

Gema Vidri Coll

Senior coach ejecutivo y ontológico. Coach de equipos. Formación. Transformación empresarial.

4 años

Buenísimo!

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Carlos Corvillo

  • Silencio, se rueda

    Silencio, se rueda

    Existe una responsabilidad ineludible en todos y cada uno de nosotros en la forma en que comunicamos noticias dolorosas…

    16 comentarios

Otros usuarios han visto

Ver temas