Sobre la Reforma fiscal en RD 2024

En medio de un panorama económico desafiante tanto a nivel nacional como global, y la necesidad de sanear las finanzas públicas, el gobierno dominicano ha puesto sobre la mesa una reforma fiscal integral para el 2024. Esta reforma busca no solo aumentar la recaudación, sino también redistribuir mejor los recursos y fomentar un crecimiento económico más sostenible. Además de dar cumplimiento a la Ley núm. 1-12.

El déficit fiscal y la deuda pública han obligado a las autoridades a repensar el sistema tributario. Además, la informalidad laboral y la evasión de impuestos han erosionado la base tributaria, lo que requiere medidas más robustas para garantizar la equidad fiscal.

Entre las propuestas más discutidas destacan el aumento del IVA (conocido como ITBIS) en ciertos productos, la ampliación de la base tributaria, y la posible eliminación de exenciones fiscales que afectan a sectores privilegiados.

Uno de los sectores que siempre son afectados por las reformas son las bebidas y en este sentido está el impuesto específico por grado de alcohol. Se propone aumentar el impuesto específico de RD$724.12 a RD$840.00 por litro de alcohol absoluto, un incremento de RD$115.88, afectando directamente los precios de las bebidas con mayor contenido alcohólico.

En ese mismo orden esta el de las bebidas no alcohólicas las cuales no estaban grabadas anteriormente, y mediante un impuesto selectivo al consumo de las bebidas no alcohólicas con azúcar añadida que esta entre RD$0.58 y RD$1.00 por cada 100ml. Para ponerlos en contexto un jugo pequeño de cajita contiene 200ml por lo general y contiene un aproximado de 25gr de azúcar añadida pagaría un impuesto de RD$2.00 por cada cajita, un litro son 1000ml, haga usted su cálculo.

Otro punto importante son la eliminación de varias exenciones las cuales proporcionan una competencia desleal entre empresas del mismo sector, otras que estimulan la desigualdad social, y otras que su utilidad están obsoletas y no aporta a la economía ni a la sociedad.

Si bien las grandes empresas deberán adaptarse a un régimen más estricto en cuanto a exenciones, las pequeñas y medianas empresas, especialmente aquellas en el sector informal, se enfrentarán a nuevos retos para mantenerse a flote. Por otro lado, los consumidores son los que van a sentir el impacto en su bolsillo a través de posibles aumentos en los precios.

El principal desafío que enfrenta la reforma es su implementación efectiva, en un país donde la evasión fiscal sigue siendo un problema generalizado. Además, hay sectores, como el empresarial, que advierten sobre el impacto negativo que un aumento de impuestos podría tener en la inversión y el crecimiento.

La reforma fiscal de 2024 será determinante para el futuro económico de la República Dominicana. Su éxito dependerá no solo de su diseño, sino también de su implementación y aceptación social. Si se gestiona adecuadamente, puede ser una oportunidad para consolidar una economía más justa y sostenible. De lo contrario se tendrán que hacer enmiendas que traerán disgustos e inconformidades generalizadas