Son Tiempos Violentos (Y no hablo de las personas, hablo de las palabras...)
Cuando la conducta ya está internalizada, no hay nada que hacer… o si?
Muchas personas suelen decir “soy así y no voy a cambiar” sin darse cuenta que estamos en constante cambio. Creo que más bien lo que quieren decir es “no quiero cambiar” y esto se explica (a mi criterio) principalmente por cierto “temor” a enfrentarnos a lo desconocido es decir, cómo nos tratará la gente o cómo nos verán las personas si decidimos cambiar.
La verdad es que soy una convencida de que si quieres, puedes, pero de verdad debes poner de tu parte, ahora bien… podemos hacerlo en estos tiempos?
En las últimas semanas he ingresado a redes sociales sólo para leer mensajes llenos de palabras negativas, de agresión y que menosprecian a los demás… ¿Cómo queremos entonces que nos respeten o escuchen si nosotros mismos no somos capaces de escucharnos y respetarnos?
Muchas personas (no solo ahora, sino que siempre) suelen estar atentos a todo tipo de información para, simplemente, agredir a quien la comparte o a quien la protagoniza. Lamento no leer entre los miles de comentarios, algunos que feliciten o se sientan genuinamente felices por el logro de los demás, por lo general la persona que está “a favor” suele ser igual de agredida verbalmente que quien protagoniza la publicación.
Porque si, la agresión verbal la podemos encontrar en distintas formas. Si te refieres a otros como ladrón, mentiroso, falso o cualquier otra grosería que lo califique, entonces estás al mismo nivel que un agresor físico.
Hoy en día hemos perdido como sociedad el concepto de “respeto” y “empatía”. Nos olvidamos que somos seres distintos y que por lo mismo, no tenemos motivo para actuar, sentir o pensar igual a todos.
En el momento que entiendas que la opinión del otro es igual de importante que tu propia opinión, podrás ver las cosas de mejor manera y probablemente llegar de manera más rápida a la solución (no digo que funcione a la perfección, pero ayudará mucho). Recuerda que somos personas distintas y que lo que para mí es bueno y aceptable, no necesariamente lo es para los demás.
Te pondré de ejemplo una frase que leí en un libro llamado Funny Pop: “Mientras algunos disfrutamos o lo que es lo mismo, capturamos un instante de felicidad, saboreando una copa frente al mar, para otros ese momento puede ser de gran aburrimiento y su felicidad sería más bien estar navegando en solitario por ese mar con el que nosotros nos deleitamos desde aquí”.
Mi concepto de normalidad, tranquilidad o felicidad es distinto al tuyo, pero cuando comprendamos que ambos se deben respetar al mismo nivel, habremos avanzado hacia un mundo donde la prioridad es comunicarnos de manera efectiva sin dañar ni afectar la vida de los demás.
Las palabras crean realidades y la verdad es que, si seguimos escribiendo mensajes llenos de odio donde el respeto se olvida y sólo hacemos valer nuestra opinión sin considerar la de los demás, entonces estamos creando una realidad donde la “normalidad” venga dada por agresiones de todo tipo y que sólo muestre una carencia de respeto hacia los demás pero por sobre todo, a nosotros mismos.
La #ComunicaciónPositiva es nuestra principal herramienta para avanzar hacia un mundo donde el Respeto y la Empatía nos ayuden a construir una mejor sociedad.
Crees que la forma en la que nos comunicamos influye en la explosión de emociones y la manera en que transmitimos nuestro descontento o incomodidad a los demás?
Qué crees que podríamos hacer al respecto?
Mientras tanto, te regalo lo de siempre… un abrazo y #RisaPalQueLee!