No Sos tu Empresa: Cómo Separar tu Estado Emocional del de tu Negocio
Cuando liderás un proyecto o emprendimiento, es fácil confundir tu estado emocional con el de la empresa. Si el negocio está estancado, podés sentirte deprimido. Y cuando la empresa está en medio de un mar de incertidumbre, es normal creer que también estás inestable.
Sin embargo, es crucial recordar: vos no sos tu empresa. Separar tu estabilidad personal de los altibajos de tu negocio es clave para mantener tu bienestar y tomar decisiones claras.
La Empresa Está Estancada, No Vos
Puede que la empresa parezca estancada, varada en medio del océano sin viento, sin movimiento. Esa calma extrema puede ser desesperante. Y quizás vos te sentís frustrado o con poca energía, pero es importante entender que la empresa está pasando por un bajón, no vos. Mantener esta distancia te permitirá ver la situación desde una perspectiva más clara y actuar con efectividad.
En esos momentos de calma abrumadora, en vez de distraerte o desmotivarte, podés aprovechar el tiempo para reflexionar y crear nuevas estrategias. Al igual que un capitán que ajusta las velas en aguas tranquilas, usá esos espacios para planear nuevas jugadas, explorar oportunidades y capacitar a tu equipo.
La Empresa Está Inestable, No Vos
Al principio, toda empresa atraviesa tormentas de caos e inestabilidad. Nos sentimos remando con esfuerzo a contracorriente y que nada sale ni tan bien, ni tan rápido como esperás. Todo parece estar fuera de control y nos sentimos atrapados en medio de la tempestad. Pero es importante recordar: ese caos no te define. Es solo una fase natural del ciclo empresarial.
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Tu estabilidad emocional es el timón que guía el barco. Cuando te mantenés firme, podés maniobrar incluso en mares turbulentos. Así como un capitán experimentado, sabés que la tormenta pasará, y que tu claridad y serenidad van a guiar a la empresa hacia aguas más calmas.
La Empresa Está Naufragando, No Vos
La empresa puede estar hundiéndose, naufragando sin rumbo, y es fácil sentirse como un náufrago perdido, exhausto, solo, sin que nadie te vea ni venga a rescatarte. En esos momentos de desesperanza, recordá: no estás solo.
Aquí estoy para ayudarte en tres aspectos fundamentales:
Tenés el poder de revertir cualquier situación en tu empresa. Al elevar tu energía y empoderarte, tu negocio sólo podrá seguir tu rumbo. Pasando así de un velero a la deriva a un barco firme navegando con viento a favor, alcanzando puertos de bienestar y prosperidad.
Escribime para una llamada de reconexión y comencemos a navegar juntos hacia el éxito.