Sostenibilidad Emocional como una palanca más en la evaluación del desempeño empresarial
Izar Villegas Imbuluzqueta
Communication & Sustainability & Foundations Director en Bergner Europe
La sostenibilidad emocional es una dimensión crucial que a menudo se pasa por alto en la evaluación del desempeño empresarial. En un mundo donde la sostenibilidad ambiental y social está en el centro de atención, es esencial ampliar este enfoque para incluir también el bienestar emocional de los empleados y su impacto en el entorno laboral y social. Este enfoque más amplio, conocido como ESGE, no solo mide el impacto de una empresa en el medio ambiente y la sociedad, sino también su compromiso con la salud y el bienestar emocional de sus empleados.
La sostenibilidad emocional, acuñada por Inma Puig, se refiere a la capacidad de las personas y las organizaciones para reconocer, comprender y gestionar adecuadamente sus emociones en el trabajo y en la vida cotidiana. Al igual que la sostenibilidad ambiental y social, la sostenibilidad emocional busca preservar los recursos emocionales y promover relaciones saludables y equilibradas.
La inclusión de la dimensión emocional en la evaluación del desempeño empresarial ofrece una serie de beneficios tangibles. En primer lugar, contribuye al bienestar y la salud mental de los empleados, lo que se traduce en un mayor compromiso, productividad y satisfacción laboral. Además, promueve una cultura organizacional basada en la empatía, la colaboración y el respeto mutuo, lo que fortalece las relaciones interpersonales y crea un ambiente de trabajo positivo y enriquecedor.
Desde una perspectiva más amplia, la sostenibilidad emocional también impacta en la reputación y la imagen corporativa de la empresa. Refleja su compromiso con el bienestar integral de sus empleados y su contribución al desarrollo sostenible de la sociedad en general. Las organizaciones que priorizan la sostenibilidad emocional no solo atraen y retienen talento, sino que también generan confianza y lealtad entre sus clientes y socios comerciales.
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Para evaluar y promover la sostenibilidad emocional dentro de las empresas, es necesario implementar medidas y políticas que fomenten un ambiente de trabajo saludable y apoyen el desarrollo personal y profesional de los empleados. Esto puede incluir programas de bienestar emocional, capacitación en inteligencia emocional, políticas de conciliación laboral y familiar, y un liderazgo empático y orientado al cuidado de las personas.
En resumen, la inclusión de la dimensión emocional en la evaluación del desempeño empresarial representa un paso importante hacia un enfoque más integral y equilibrado de la sostenibilidad. Al integrar la sostenibilidad emocional en la evaluación ESGE, las empresas pueden medir no solo su impacto en el medio ambiente y la sociedad, sino también en la salud y el bienestar de sus empleados, lo que contribuye a un desarrollo más sostenible y humano para todos.
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