Soy CEO… y puede que tú también.

Cada vez me encuentro a más gente cuyo puesto es diferente al trabajo que realizan en el día a día. Me explico: una Office Manager que gestiona el día a día de la oficina, controla las finanzas del negocio, coordina las mudanzas, entrevista a candidatos y apoya al servicio postventa. O comerciales, que además de vender, también hacen los contratos y la gestión de las facturas, programan la web y dan apoyo en comunicación. Hoy mismo hablaba con alguien que me contaba que ha montado un evento de enorme envergadura internacional sola y sin equipo de apoyo: desde las invitaciones hasta los textos de los ponentes de las conferencias, pasando por el catering, la instalación de las luces y la gestión de prensa… ¡wow!

Yo misma me considero que tengo un perfil camaleónico o, como dirían en RRHH, dinámico o multidisciplinar. Creo que a día de hoy no he tenido una definición de empleo que haga justicia al trabajo que hago en realidad. Por eso, a partir de hoy, creo un puesto que se ajusta a lo que los camaleónicos hacemos: CEO.

No, no soy directora general de ninguna empresa. A partir de ahora, CEO quiere decir Chief EVERYTHING Officer. Creo que el nombre lo dice todo, pero para los que lo duden, los CEOs nos dedicamos a todo lo que nos pidan.

Probablemente a estas alturas del artículo la mitad de la gente estará pensando “¡que fuerte!, yo también soy CEO”; y la otra mitad pensará “¡Quejicas!, aquí todos nos remangamos la camisa”. Ninguna de las partes os equivocáis. Los CEO somos sin duda gente comprometida con la empresa, pues no nos limitamos a lo que pone en el contrato y no nos importa hacer tareas más allá de nuestras competencias ni aprender a base de tutoriales de YouTube una nueva aptitud. Sin embargo, en un país con una tasa de desempleo del 14,5% y con la tasa laboral juvenil más alta de la Unión Europea, pensarías que habría menos CEO y más gente haciendo únicamente aquello para lo que los han contratado.

Yo no tengo la solución mágica, por si os lo preguntáis. En mi humilde opinión, considero que hace falta más apoyo en muchas empresas y equipos; y también soy consciente de lo difícil que es encontrar buen talento. Por eso, cuando lo encontramos, lo explotamos hasta convertirlos en valientes CEO…

Esto es un clásico caso de gallina y huevo: ¿buscamos perfiles imposibles? O ¿nuestros jóvenes no salen lo suficientemente preparados para el mercado actual?

Ahora que se discute la reforma laboral es buen momento para que todos reflexionemos e intentemos encontrar una solución eficiente juntos. ¿Qué falla en nuestro sistema? ¿Cómo podemos optimizar el mercado laboral español?

Y como dato curioso, os cuento que en Linkedin hay más gente con puestos de CEO que con cualquier otro título y que empresas registradas en toda la red social. Da que pensar, ¿no creéis?