No soy chismoso... Solo te quiero conocer
Los beneficios de que las marcas conozcan nuestra actividad digital
Es cierto que el Internet ha cambiado las reglas de juego. Ha cambiado el cómo nos comunicamos, como nos informamos y nos ha dado oportunidades muy interesantes para todos los que hacemos uso de esta herramienta, como individuos o como empresas.
Si lo vemos desde el punto de vista de una persona natural como tú o como yo, hemos obtenido grandes beneficios, como la posibilidad de comunicarnos al instante (incluso con nuestros conocidos al otro lado del mundo) o poder acceder a una infinidad de información con tan solo un “enter”. Se podría decir que Google se volvió nuestro mejor amigo y si nos lo quitaran, probablemente tendríamos que pasar por un proceso de duelo bastante complejo.
A las compañías de pronto les ha costado un poco más aceptarlo. El internet fue como ese nuevo compañero de clase que llega sin conocer a nadie y buscando adaptarse al ambiente. Hoy en día, ya empieza a hacer parte del grupo de amigos y se ha convertido en una de las mejores herramientas que tienen las empresas para conocer a sus clientes. Ver de qué hablan, qué buscan, como lo buscan y que piensan de una marca es cada vez más fácil.
Es cierto lo que muchos dicen. Hoy las empresas nos conocen a la perfección, Google podría saber más de nosotros que nuestros propios padres y Facebook nos entiende más que nuestro mejor amigo. ¡Pero tranquilos, no debemos preocuparnos! Esto no lo hacen para “stalkearnos”, ni para chismosear sobre nuestra vida. Lo hacen para conocernos mejor.
Aunque esto nos cause un poco de pánico, conocer mejor a los consumidores no es algo negativo y es uno de los principios básicos del mercadeo. Incluso, para nosotros como usuarios puede ser un gran beneficio.
¿Y a mí por qué me venden eso?
Si alguna vez haz dicho ¡Ya no más publicidad! o si no entiendes por qué te llegan anuncios sin sentido, entonces sí, es un gran beneficio y ya te contaré por qué.
En los últimos años, ha venido creciendo un rechazo hacia la publicidad, en todas sus formas. En la televisión con el zapping y en digital, con software creado especialmente para bloquear todo lo que tiene que ver con los anuncios. Según IAB, en 2015 había 198 millones de usuarios utilizando de este tipo de programas, mostrando un crecimiento de 41% comparado con 2014. ¿Será que nos aburrimos de que las marcas nos vendan todo el tiempo? O ¿será que más bien que nos cansamos de que las marcas no tengan idea de con quién están hablando?
Aparecen dos elementos importantes para abordar este tema desde el punto de vista las empresas: las herramientas de listening y las posibilidades de segmentación que hoy en día se tienen con los nuevos formatos de publicidad.
Con relación a las herramientas de escucha o “listening” como muchas veces nos las venden, las empresas pueden monitorear lo que sus usuarios hablan, lo que piensan sobre ellos y qué es lo que esperan recibir. Cabe aclarar que esto no se logra oprimiendo un botón y ¡listo! Se debe realizar un análisis a profundidad de cada uno de estos mensajes, cruzar datos y perfiles psico demográficos para tener información que sea realmente útil para los equipos de mercadeo a la hora de planear su comunicación. Aparecen así nuevos cargos como analistas de datos, que buscan este objetivo como parte central de sus funciones.
Por otro lado, los nuevos formatos de publicidad digital brindan nuevas opciones que hace años ni se pensó en la posibilidad de tener. Atrás se quedaron los altísimos precios por 30 segundos en prime time y la confianza ciega que le teníamos a los canales de televisión para que nos dijeran quienes “de pronto” nos habían visto. Hoy podemos micro-segmentar nuestras comunicaciones a los clientes, no solamente según su género, edad o locación, sino también según sus intereses. Es decir, si yo vendo comida para mascotas, yo puedo saber quiénes tienen perros y quienes gatos, y dirigir los anuncios con la información específica del producto para su mascota. Es como prender la televisión y que siempre estén dando el programa que quieres ver y sin siquiera tener que buscarlo. Suena bien, ¿no?
El conocimiento profundo del consumidor ayuda a que las marcas puedan darle a los clientes la información que necesitan en el momento en que la están esperando, pero para esto, deben cambiar el chip. Ya no se trata de botar y botar información que creemos que los clientes deben saber. Se trata de tomar la tecnología por los cuernos y usarla para conocer a nuestros consumidores como conocemos a nuestros mejores amigos, y así, poder darles un contenido realmente relevante para su vida.
Si las marcas lo hacen bien, cada día estaremos más cerca de darle de nuevo la bienvenida a la publicidad en nuestras vidas… pero esta vez a una publicidad renovada, acertada y relevante.
*Si quieres conocer mejor a tus consumidores, te invito a que conozcas herramientas que te permitirán lograrlo como www.sentisis.com o www.crimsonhexagon.com