El asombro como materia prima en la creación de contenidos
Hay cosas de las que nunca me arrepentiré. Una de ellas es trabajar a través del asombro estético. Precisamente debido a mi tendencia a dejarme llevar por esa capacidad de asombro innata y continuada a lo largo de mi vida. Tuve la gran suerte de encontrarme un día cualquiera tras mi vuelta a casa de una de mis clases de fotografía a Eugenio, un señor que llamó mi atención sin yo planificar nada. Que despertó en mí esa capacidad de asombro.
Y es que, ¿conoces algún lugar más inspirador; donde más historias por metro cuadrado te puedas encontrar, que en el propio Metro de Madrid?
✅ Eugenio me inspiró a escribir sobre la velocidad de la vida y otras cosas.
Cuando descubrí a Eugenio tenía 95 años. Día tras día esperaba impaciente a que la vida y un tren de ida y vuelta le regalase nuevos momentos en compañía de su amor desde hacía once años, a quien esperaba impaciente cada día. Mismo sitio. Misma hora. Me confesó que a veces mientras esperaba escribía haikus. Otras, observaba con sus lánguidas pupilas la coreografía de infinitos movimientos a su alrededor de los que él mismo se sentía creativo.
Se llamaba a sí mismo "joven director de orquesta". Y es que el tiempo sólo pasa para algunos. Para otros como él, parecía incuestionable el hecho de que a medida que envejecemos la percepción del paso del mismo tiende a acelerarse. En realidad, no es que la vida pase más rápido según se envejece, sino que depende totalmente de la calidad de la misma, de cómo la llenemos, para que no pierda color y esa sensación de velocidad sea totalmente subjetiva. A juzgar por su actitud, Eugenio transmitía calma. Una calma legítima y vibrante. Tras finalizar la improvisada sesión fotográfica se desprendió de tres sencillos e inesperados regalos que me hicieron sentir como si ya le conociera de antes.
1. La confesión de su nombre pronunciado con un énfasis desenfadado y juvenil, un tanto socarrón, zalamero y rebuscado.
2. Un pack de caramelos limón-miel aderezados de generosidad infinita.
3. El mejor de todos, el del envoltorio de su cómplice galantería y saber estar. Y eso, en los tiempos que corren ya es.
Tras éste encuentro empecé a fijarme aún más si cabe en ese sector de la población tan desatendido e invisible. Y de ahí surgió mi siguiente proyecto fotográfico sobre la "Tercera Edad".
Trabajar a partir del Asombro Estético
Años después de este encuentro, por circunstancias ajenas a mi propia voluntad vuelvo a topar con una charla TEDx. Mi subconsciente me avisa de que vuelva a visionarla. En ella, la fotógrafa Lupe de la Vallina sugiere que apuntemos en una hoja tres cosas que recordemos que nos hayan asombrado principalmente en las últimas veinticuatro horas. También sirve para el experimento el último mes o año.
- Las tres últimas cosas que recordemos que nos han asombrado.
- A partir de esta información anotada deberemos trabajar a través de nuestro asombro. Esto será una herramienta muy útil de trabajo aplicable a cualquier profesión.
Pero ¿qué quería decirnos con eso? Muy sencillo. Se dio cuenta que lo que a ella le asombraba siempre era algo que le llenaba de admiración. En su caso asombro estético que es distinto a la sorpresa, porque la sorpresa una vez que se desvela termina y ya pierde todo su valor. Y el asombro, a medida que intentas profundizar, va aumentando. Nunca se agota.
También era algo que le hacía plantearse algunas preguntas sobre sí misma:
- ¿Qué tiene que ver conmigo ese atardecer, esa música o ese rostro que me asombra?
- ¿Qué tendrá que ver eso con nuestro trabajo?
"Nacemos con una capacidad de asombro infinita, pero a medida que vamos creciendo dejamos de hacerle caso". |Lupe de la Vallina|
También habla de cómo se le abrió un mundo estético con las imágenes de una serie que había empezado a seguir.
Se preguntaba:
¿Porqué me atrae tanto algo, si con la mayoría de las cosas que se dicen no estoy de acuerdo?
Se dio cuenta de que había estado creando un mundo estético que después podría utilizar y había construido sin ser consciente un lenguaje que había empezado a nacer. Comenzó a reconocer cosas que:
- No había visto antes.
- No se habría planteado hacer.
- No le habían interesado.
- No habría sabido cómo abordarlas.
Y precisamente este material le sirvió como referencia para su siguiente proyecto profesional. Algo que no habría sido posible dado que no habría tenido un lenguaje común seguramente con esta marca. Esto es un ejemplo de que un estilo estético parte completamente de las cosas que te asombran.
“Porque yo sé que si hay algo que me asombra es porque me está llamando a mí, no es algo particular. Pero si hay algo que me asombra a mí es porque hay algo esperándome, y todo lo que yo he crecido tanto profesional como personalmente, ha sido porque yo he abierto las puertas a eso”. |Lupe de la Vallina|
Su consejo para cerrar la ponencia es que lo bueno del asombro como algo fiable para el trabajo, es que no nos lo podemos inventar nosotros. Ante una duda, podemos escuchar las razones de uno y las razones de otro, y podemos auto convencernos continuamente de lo que nos están contando. Podemos tener millones de dudas. Podemos no ser capaces de hacer ciertas cosas. Si algo nos asombra en un determinado momento, podemos estar seguros de que:
1.Es algo que no nos hemos inventado nosotros porque no somos capaces de auto asombrarnos. 2.Es algo que no se termina nunca, y algo que nos va a hacer crecer siempre. Porque lo que nos asombra siempre es algo fuera de nosotros y algo mayor.
Si fuera algo que nosotros ya conocemos y que nos sabemos de memoria, no nos diría nada.
"No puede haber una herramienta mejor de trabajo que sea algo que no nos haga crecer, que no nos podamos inventar, y que va a hacer nuestro trabajo mejor". |Lupe de la Vallina|
Si quieres saber más sobre su trayectoria te invito a ver el video de su ponencia completa.
Espero que te haya gustado ツ
Y tú, ¿te dejas llevar por tu asombro para dar vida a tus propios proyectos creativos, o vas a hacer que tu bolsa se mantenga lo más vacía posible? Me encantaría saberlo!
Te deseo unos días llenos de asombro y creatividad 💡