Tónica

Declaro intenciones sin redundancias

sin romantizar como crecen las tentaciones…

Me ahogo en el pasado de mis abundancias

del cual quedaron tan solo un par de lecciones.

Lo herida que estoy

y lo poco que sangro.

Los kilómetros de lágrimas que recuerdo

y lo poco que inundaron

otro lugar fuera de donde nacieron.

Tantos parques estudiados

y las únicas huellas que siguen visibles

viven dentro de mi propio fango.

Bien existe el azul del cielo

más los únicos tonos cerúleos que se aprecian

están en la jaula de mi terrario.

Las pocas rimas que planeo

Y la forma en la que alborotadas y abundantes me poseen.

Un franciscano que cree

en la inmensidad de lo parco.

Ahora todas me guardo

en un sobre en blanco

lleno de las gotas que se sumaron

formando un charco

junto a las decisiones que dudo

y los errores que callo…

La perfección de la que sigo huyendo reconoce

por fin

a la mediocridad que desde ayer abrazo.

En el punto medio del camino

en la marca exacta que se percibe en el plano

algún día cerraré los ojos

recordando las convicciones únicamente

que procedan de la honestidad de lo fiable:

la eternidad de mis gélidos veranos

en una carta y varios cantos.

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