NO TE JUBILES NUNCA

NO TE JUBILES NUNCA

Pensando en lo que será mi vida laboral en la nueva década que se inicia, vino a mi mente una conferencia del exitoso jurista español Antonio Garrigues Walker, en un evento donde recibiría un premio por su larga trayectoria laboral. 

Empieza su presentación diciendo, “hoy día escuché que alguien le preguntó a una persona importante y trabajadora, tan mayor como yo, … pero hombre, ¿Tú cuándo vas a jubilarte?... Y ésta le respondió: pues yo nunca, eso es una cosa de viejos.” Efectivamente, nos dice Antonio “el mejor consejo que les puedo dar es: no se jubilen nunca. La condición básica para intentar mantener una cierta vitalidad es muy simple, nunca pensar en jubilarse. Lo peor que te puede pasar es no hacer nada, eso es la muerte, cuando metes a la cabeza la idea de jubilarte porque al parecer será agradable o porque vas a descansar, estás perdido, eso es un horror, los días son inmensamente largos.

Hay que estar permanentemente en el tema, aprender siempre algo nuevo, aprender un idioma, tocar guitarra, algo que te coloque en una situación infantil, siempre hay que estar pensando en algo que te obligue a empezar de nuevo. Tendemos a seguir haciendo las cosas que hacemos bien, a repetirlas y a reiterarlas y, eso nos envejece. Tenemos que mantener la sensualidad y la vitalidad.”

Efectivamente, las cosas han cambiado muchísimo; siempre se pensaba en la jubilación como un premio por haber trabajado mucho y había llegado la hora de descansar. Había gente que se jubilaba antes de los 50 y no se cansó de descansar hasta que falleció. Ahora la ciencia ha avanzado mucho y después de los 50 te quedan otros 50.

Desde mi experiencia como Consultor en LHH DBM me toca asesorar a una diversidad de personas que están atravesando por diferentes etapas en sus vidas. Trabajamos en cojunto para armar un plan tomando en cuenta tres componentes: educación, trabajo y recreación; cada uno en medida y énfasis diferente.

Como se puede apreciar los tres componentes están presentes en las tres etapas y, no con el pensamiento de que a partir de los 65 años debemos sólo descansar, sino también de estar de alguna forma activos en trabajo y educación.

Está bien celebrar con algarabía y júbilo el haber culminado una larga trayectoria laboral a una edad en la que estamos física y mentalmente en muy buen estado, pero no debemos dejar de plantearnos otros objetivos profesionales, combinados con tiempos de relax, de gozo, de ejercicio físico, de transferir experiencias y conocimientos con sapiencia y seguridad; todo lo cual te permite estar vigente y sano. Sigamos la recomendación de Antonio y varios otros que opinan sobre el tema, ¡no te jubiles nunca!

Lucas Reaño - Gerente de Programas Institucionales, Consultor y Coach Ejecutivo LHH DBM