Tecnología al volante

La Unión Europea pretende que todos los coches de nueva fabricación lleven equipados una serie de asistentes electrónicos que aumenten la seguridad al volante de manera sustancial.

Desde asistentes de Velocidad Inteligente (ISA) o cámaras traseras con detección de tráfico cruzado hasta dispositivos que nos alerten del cambio Involuntario de carril o detectores de fatiga y somnolencia. Estas son solo algunas de las medidas impulsadas, aunque no las únicas.

Preinstalación del alcoholímetro con bloqueo

Dado que las medidas coercitivas y las campañas de prevención no están resultando suficientemente efectivas, se ha optado por otras alternativas con el objetivo de revertir esta situación. De esta forma todos los vehículos fabricados deberán incorporar la preinstalación de un sistema para facilitar la implementación de un alcoholímetro con bloqueo. Su instalación final dependerá de la legislación de cada país, permitiendo de forma general o en particular para determinados conductores, su inmediata materialización. La responsabilidad final recae así sobre el Gobierno de España que, en última instancia, decidirá sobre una posible nueva normativa al volante.

¿Cómo funciona?

Antes de poder encender el vehículo, la persona que vaya a conducir tendrá que someterse a la prueba de alcoholemia pertinente. Tras soplar por la boquilla, en un proceso idéntico al de los tradicionales controles efectuados por la Policía local o la Guardia Civil, el sistema analizará la tasa de alcohol del conductor. En caso de que la tasa supere el índice permitido, el sistema impedirá que el motor arranque. Este aparato dispondrá de una pantalla donde podremos conocer los detalles del perfil del conductor y todas las pruebas que ha llevado a cabo desde que se subió por primera vez al vehículo. De esta manera, y gracias a una memoria interna que nos permitirá almacenar hasta 100.000 pruebas, contaremos con un extenso historial cuyos datos podrán ser descargados para distintas revisiones.