Tecnología y médico en pro de un tratamiento cada vez más humanizado para los pacientes
El uso de la tecnología para el cuidado de la salud va más allá de tener diagnósticos más precisos, equipamiento o el soporte de la telemedicina. Está directamente relacionado con una concepción cultural que implica una predisposición a transformar la salud tradicional en un concepto más moderno, humano y disruptivo que está referenciado en la atención primaria de la salud, donde el contacto entre personas es indispensable.
Ahora te estarás preguntando: ¿cómo es posible llevar la proximidad de décadas pasadas, cuando el médico era un referente de la familia, al contexto actual?
Las innovaciones tecnológicas posibilitan esta relación cooperativa entre médico y paciente y democratizaron el acceso a los servicios de salud, con instalaciones que surgieron de computadoras interconectadas en red, dispositivos digitales que brindan datos en tiempo real, el uso de la inteligencia artificial, la realidad virtual y el big data. Estas soluciones permiten tener una mirada más exclusiva del paciente, que ahora está más informado, con más necesidades y más preguntas. Y estos cambios involucran tanto aspectos físicos como otros más intangibles y van desde una atención más cercana al paciente hasta diagnósticos más precisos, y entornos físicos mejor estructurados con datos de salud vinculados de forma segura.
La concepción y adaptación del paciente a las nuevas tendencias en el cuidado de la propia salud es crucial para el avance de este concepto disruptivo e innovador. Se estima que, con la evolución de las tecnologías 5G, habrá un aumento del 40% en las conexiones portátiles en América Latina para 2026 y los países latinoamericanos representarán alrededor del 4% del mercado mundial, según datos del informe elaborado por Mordor Intelligence . Estos son por ejemplo dispositivos que monitorean la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura, y esos datos llegaran directamente a hospitales y clínicas, en consultas de rutina. Pero ¿cómo podemos hacer tales interpretaciones, seguimientos y tratamientos si no contamos con profesionales capacitados para esta nueva era de la salud digital?
También existen algunos desafíos en cuanto a la disponibilidad de recursos humanos y cómo formar nuevos profesionales de la salud. Hay una tendencia cada vez más acentuada que es la escasez mundial de médicos y enfermeras, escenario que se ha agravado aún más en los últimos años. Carencia que se hace aún más notoria cuando entendemos el envejecimiento de la población y de los profesionales de la salud, así como la dificultad de los entornos para que los nuevos profesionales cursen las residencias médicas. Según un informe del Consejo Internacional de Enfermeros (CIE), se estima que a medida que envejezca la fuerza laboral profesional, se necesitarán hasta 13 millones de enfermeras para llenar el vacío global del futuro.
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Estas estadísticas demuestran la necesidad de una modernización en la atención de la salud, que va de la mano con una relación más estrecha entre profesionales y pacientes. Por eso, es bienvenida una tecnología que posibilite el conocimiento profesional, que estructure los protocolos, que apoye la vida y que contribuya a un mejor camino para el paciente. Son muchos los procesos operativos que la tecnología facilita y permite que los profesionales de la salud tengan más tiempo para dedicarse a la atención del paciente. Es en esta tecnología donde se encuentran la complicidad, el vínculo y el cariño humano.
Es desde la empatía que médicos, enfermeros, fisioterapeutas y demás profesionales de la salud comprenden las necesidades de los pacientes y, con el apoyo de recursos tecnológicos innovadores, son capaces de ofrecer una atención sanitaria personalizada y basada en el valor.
¡Para expandir la capacidad de sentir y vivir, es necesario ir más allá!
FP&A Senior Associate en JPMorgan | Magister en Finanzas Corporativas | +15 años de experiencia laboral
2 añosInteresante artículo Guilherme Marques. Lo que sería bueno entender también es por qué se da esta tendencia a tener menos enfermeras y profesionales de la salud en general. Siendo que, hoy por hoy, el trabajo de las enfermeras (por suerte) está siendo super valorado (a menos desde lo discursivo), daría la sensación que faltan medidas concretas para incentivar a que más personas sigan apostando a convertirse en personal médico. No tengo los números, pero creo que en el sector de la educación pasa algo similar. Pareciera seguir la misma tendencia que el personal de salud. Creo que, útlimamente, se han menospreciado mucho a las profesiones que ,tiempo atrás, se consideraban cuasi sagradas. Médicos/as, enfermeros/as, docentes. Ojalá volvamos a tener una mirada de mayor reconocimiento hacia todos ellos y que, además de palabras, se puedan tomar medidas reales (mejoras en infraestructura de hospitales, escuelas / mejores sueldos / mayores beneficios laborales en general, etc.) para que volvamos a tener más y mejores profesionales en estos ámbitos tan sensibles a toda la sociedad. Al menos, ese es mi pensamiento hoy. Gracias por compartir.