Tejiendo amaneceres
Un telar, bajo aquella ventana de la sala de estar
siempre soleada, no importaba, otoño ni invierno
instalé aquel pequeño telar, donde tejer sueños
nunca quise limpiar, el esquinazo oscuro de abajo
donde aquella araña, tejía siempre más rápido que yo
alguna vez, atrapaba una ingenua mosca, como yo recuerdos
silenciosas mañanas, de telas de araña y telar de mis entretelas
dobleces en el alma, lágrimas en la seda y besos que no se dieron
la trama de los hilos, que tejen el tejido
la trama de los días, que van tejiendo la vida
me aferro a los hilos, de mi telar cada mañana
como tú te aferrabas, a mi pelo en el alba
tejiendo ilusiones, tejiendo proyectos
bordando mañanas, anudando los cuerpos
con el algodón, hacíamos nubes, sobre las que viajábamos
transformaba el telar de nuestro amor, el lino en lana
como tu piel cada noche, se transformaba en seda
más una mañana, dormida sobre mi telar, algo me despertó
una alondra posada en la ventana, ¡despierta bella dama! :
-el telar es una excusa, una frontera, entre el cielo y la tierra
yo amé también a un martín pescador y todos los días lo amé
el pescaba para mí, y yo le llevaba gusanos, así todos los días
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nos daban los rayos de sol, mientras nuestras alas, se abrazaban
construimos un día juntos un nido, pero un día; el murió
sabes bella dama, que todos los días al rayar el alba
hasta nuestro nido vuelo, siempre me espera un lucero
más me dio, para ti un mensaje
cuando la noche se acaba y antes de rayar el día
a tu ventana se acerca un lucero, siii; es él, ¿sabes?
os jurasteis amor eterno, pero nunca le puedes ver
porque siempre está, tu cabeza bajada en ese telar
sin saber que te está esperando, lo que siempre tú esperas
el amor, es la mayor fuente de luz que puede existir
habita en las almas, en el cielo y en el alba, no en un telar
y antes de que llegue, siempre la mañana
el viene acariciarte el pelo, ¡tienes alas como yo!
pero las tienes, de lágrimas empapadas
el telar es tan solo una barrera, entre él y tu alma
tienes dentro el mayor tesoro, de su amor eterno
levanta los ojos y extiende tus alas, expande tu luz
él te llama cada mañana; ¡por siempre juntos, mi amor ¡
Francisco Camino