TENDENCIAS DEL CONSUMO DE ALIMENTOS: OFERTA Y DEMANDA DE ALIMENTOS EN MÉXICO
INTRODUCCIÒN
Los alimentos son un bien necesario cuyo consumo aumenta menos deprisa que el ingreso, los individuos de los países menos desarrollados gastan en alimentos un porcentaje mayor de su ingreso que los individuos de las economías industriales.
Al acto a través del cual se obtienen los alimentos se le llama alimentación y básicamente se refiere a la ingestión, cuando el individuo no recibe en su alimentación las cantidades suficientes de uno o más nutrimentos o si, aun cuando los recibe, existen obstáculos para que los aproveche correctamente, las células corren peligro de muerte
Al conjunto de alimentos que habitualmente se consumen en un hogar se le denomina patrón de consumo alimentario y está determinado por el ingreso y la cultura, dado lo cual es diferente en cada época, región y estrato económico.
La producción de alimentos se encuentra relacionada en el tiempo a los caprichos de la naturaleza, sea por la sobreabundancia o carencia de lluvias, el ataque de plagas y enfermedades en animales y plantas, las heladas inesperadas, la salinización y el empobrecimiento del suelo, entre otros fenómenos.
Así mismo la naturaleza otorga las necesidades básicas para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, donde cualquier desequilibrio de sus factores pone en peligro la posible sobrevivencia de la especie humana. Este equilibrio, de corte natural, se asocia con otros elementos de carácter social como el mercado, la tecnología, el costo de producción y los precios que son susceptibles de manipular, lo cual combinado con esquemas inequitativos en la distribución del ingreso dificulta el acceso a los alimentos, o bien genera diversas estratificaciones en el patrón de consumo.
Los avances científicos generados durante el Siglo XX como: el fitomejoramiento de los cultivos, biotecnología e ingeniería genética, control enzimático y quizás próximamente la clonación, han generado una sobreoferta mundial de alimentos que no justifican la existencia del hambre, ni las asimetrías en los niveles de consumo en términos de factores naturales, aun persistiendo la sequía.
La explicación se encuentra en el control de excedentes con criterios de mercado y en las formas de distribución del ingreso que impactan de manera desfavorable en el gasto alimentario y en los niveles nutricionales.
El ingreso de las familias, más que los elementos naturales que en otro tiempo restringían las disponibilidades alimentarías y provocaban hambrunas regionalmente localizadas, constituye el verdadero candado para el acceso a los alimentos al final del milenio.
Así, en la era de la mayor abundancia de alimentos, la economía manipula los excedentes mundiales a partir de la configuración una estructura de precios y construye una paradoja en la que mientras un vértice muy estrecho de la pirámide social se da el lujo de seleccionar los alimentos más adecuados para su salud, otro grupo debe ajustarse a los criterios del consumo impuesto por la industria alimentaria y otro más debe sobrevivir entre una alimentación de mala calidad en términos nutricionales, o la carencia total de alimentos.
TENDENCIAS ACTUALES EN EL CONSUMO DE ALIMENTOS
El patrón alimentario y las condiciones nutricionales de México se identifican con los modos de vida impuestos en las ciudades y con la capacidad adquisitiva individual y por grupos de ingreso y no tanto por las identidades regionales en su consumo, ni el conocimiento sobre la organización del gasto alimentario según beneficios nutricionales.
La estructura del consumo de alimentos en México ha cambiado a través de los años: El aumento de la población, la urbanización, la diversidad de actividades económicas, modificaciones en el tamaño de las familias, así como las innovaciones de la industria alimentaria, han inducido a la modificación de los hábitos en el estilo de vida y de la estructura alimentaria.
Durante los últimos años se ha hablado fuertemente sobre los hábitos alimentarios de los mexicanos, debido a que México es el país con el mayor número de población infantil obesa y el segundo lugar en obesidad general en el mundo.
Muchas pueden ser las causas, pero entre las principales se encuentran el poder adquisitivo que día a día disminuye en el país debido al poco crecimiento económico, la cultura alimentaria y los hábitos diarios a los que nos enfrentamos.
El patrón alimentario del México actual se caracteriza por una relativa homogeneidad a nivel regional, situación que se explica a partir de los diversos productos que lo conforman, de la amplia influencia de la industria alimentaria, de la mayor eficiencia en los sistemas de distribución y de las posibilidades de acceso según el nivel de ingreso y no tanto de la ubicación de la oferta, ni de su masificación.
Parte de los cambios en los patrones del consumo se pueden conocer a través de dos tendencias: a) el crecimiento del consumo de alimentos preparados fuera del hogar y b) el paso de una dieta tradicional basada en cereales a una dieta más diversificada orientada hacia proteínas y productos con valor añadido. No presentándose una especificidad territorial en términos de la diferenciación del " menú " diario, ni de la cultura alimentaría que antes era propia de una región de acuerdo con la disponibilidad de sus recursos naturales.
Aunque se han implementado algunas leyes que buscan disminuir el consumo de ciertos productos, estas no han sido del todo eficaces porque la industria ha tenido una respuesta que va desde la reformulación de productos y/o sustitución de ingredientes, la reducción en el tamaño de los empaques y un enfoque en los canales de distribución que apuntan a consumidores de bajo nivel adquisitivo.
En base a lo anterior, sería importante analizar algunas tendencias del consumo de alimentos y bebidas. De acuerdo con algunos expertos: Incremento del consumo de alimentos preparados más caros, incremento muy destacado de la demanda de snacks y bebidas, dentro de este segmento, las bebidas no alcohólicas son las que registran mayor crecimiento, conducida por la gran demanda especialmente de botellas no carbonadas y botellas de agua, tiendas de conveniencia como alternativa para comprar alimentos, aumento de las máquinas de autoservicio (vending) en oficinas y escuelas, predominio en el consumo en puestos ambulantes y comedores industriales. Diversificación en el sector de comida rápida, además de pizzas, se comienza a incluir: baguettes, sushi, tortas y ensaladas. Aumento en el consumo de leche y productos lácteos, los cereales para desayuno y los azúcares y endulzantes. Salud, bienestar y la sustentabilidad son megatendencias prioritarias para pequeñas, medianas y grandes empresas de alimentos procesados.
OTROS FACTORES QUE INFLUYEN EN EL CONSUMO DE ALIMENTOS
1. FACTORES FÍSICOS
· Apetito: El apetito surge del deseo de repetición de una experiencia agradable, tiene que ver con factores internos en el ser humano (fisiológicos y psicológicos), que estimulan o inhiben el hambre.
· Aceptabilidad: Podríamos definirlo como el grado de aceptación del sabor de un alimento o producto. Esta aceptabilidad está determinada por la apariencia del producto, el olor, sabor, textura, temperatura y propiedades sensoriales del alimento que entra en contacto con nuestro paladar.
· Hambre: El hambre es la sensación que indica la necesidad de alimento o ganas y necesidad de comer. Fisiológicamente el hambre está producida por los grandes estímulos que ejercen ciertas sustancias sobre nuestro cerebro.
2. FACTORES SOCIALES
Expertos en comportamiento alimentario, sugieren que al día se hacen más de 200 elecciones con respecto a los alimentos de manera automática. Normalmente la consecuencia de ello es que las personas coman más de lo normal y por ende sufran aumento de peso. Uno de los factores sociales que más influyen en el consumo de alimentos es la compañía. El comer en compañía aumenta considerablemente la cantidad de lo que se consume a diferencia de comer solo. Además de la compañía, el ser humano tiende a imitar a los demás en cuanto a los alimentos que prueba, por lo que otras personas influyen o pueden influir en los hábitos alimenticios que tenemos.
3. FACTORES PSICOLÓGICOS
Sin lugar a dudas, los factores psicológicos a los que se enfrenta el ser humano influyen directamente en la forma de alimentación, así como de los productos que consume de acuerdo a su estado de ánimo. Nerviosismo, ansiedad, depresión, estrés, tensión, tristeza o alegría, son estados de ánimo que cada persona canaliza de diferente manera. Muchas veces el consumo de alimentos es la manera en la que algunos individuos canalizan el desahogo o fuga de estas emociones, incrementando, como consecuencia de ello, su peso.
Lo importante de analizar estos factores es entender los hábitos del consumidor para poder brindar una oferta de productos adecuada a sus necesidades y que responda a las diferentes situaciones en las que se encuentre cada individuo.
CONCLUSIÒN
En resumen, la estructura alimentaría de los mexicanos al final del milenio se configura principalmente a partir de una oferta de alimentos más amplia, diversificada y homogénea para todas las regiones que conforman el país directamente relacionada con factores físicos, sociales y psicológicos de acuerdo con el ingreso de las diferentes grupos sociales y el poder adquisitivo de cada uno de ellos.