¡No tienes que medirlo todo!
En el mundo del aprendizaje corporativo, la medición y evaluación del impacto es un tema crucial. Las áreas de aprendizaje y desarrollo de talento se enfrentan constantemente a la presión de demostrar el valor de sus iniciativas y justificar las inversiones realizadas. Sin embargo, no todas las actividades de aprendizaje requieren un enfoque de medición complejo y costoso.
Exploraremos cómo las organizaciones pueden centrarse en medir lo que realmente importa, en lugar de recolectar datos por el simple hecho de hacerlo. Además, analizaremos cómo este enfoque puede ayudar a demostrar el valor del aprendizaje y abrir la puerta a más inversión en análisis.
Las áreas de aprendizaje no tienen que medirlo todo
En el mundo del aprendizaje corporativo, a menudo existe la creencia de que se debe medir todo. Sin embargo, esta mentalidad puede llevar a procesos de medición y evaluación complejos y costosos, que no siempre aportan valor.
Es importante reconocer que no todos los programas de aprendizaje justifican niveles altos de evaluación. Factores como la cantidad de participantes, el costo, el alineamiento con los objetivos estratégicos y el ciclo de vida del programa deben ser considerados al determinar el enfoque de medición más apropiado.
Por ejemplo, un programa de capacitación obligatoria para todo el personal, con un costo relativamente bajo y un impacto a nivel organizacional, puede requerir un enfoque de medición más simplificado en comparación con un programa de desarrollo de liderazgo de alto impacto y alto costo, dirigido a un grupo selecto de ejecutivos.
La clave es identificar los programas que, por sus características, no justifican niveles de evaluación altos, complejos y costosos. En su lugar, se puede optar por un enfoque más pragmático y costo-efectivo, centrándose en medir lo que realmente importa.
La medición y evaluación del impacto del aprendizaje corporativo debe ser costo-efectiva
Uno de los principios clave en la medición del impacto del aprendizaje corporativo es la relación costo-beneficio. Las organizaciones deben evitar caer en la trampa de recolectar datos simplemente porque se puede hacer, sin considerar si esa información realmente aporta valor.
En su lugar, el enfoque debe ser costo-efectivo, es decir, centrarse en medir lo que realmente importa. Esto implica identificar los indicadores clave que permiten demostrar el impacto y el valor del aprendizaje, en lugar de recopilar una gran cantidad de datos que pueden ser difíciles de analizar y utilizar de manera efectiva.
Por ejemplo, en lugar de medir la asistencia a los programas de capacitación o los niveles de satisfacción de los participantes (que a menudo superan el 90% y ya no aportan mucho valor), las organizaciones pueden enfocarse en indicadores como:
Al centrarse en estos indicadores clave, las organizaciones pueden demostrar el impacto real del aprendizaje y justificar las inversiones realizadas de una manera más efectiva.
Tener una visión de valor agregado
Una de las claves para un enfoque estratégico en la medición del impacto del aprendizaje corporativo es tener una visión de valor agregado. Esto significa concentrarse en los proyectos y programas más críticos para la organización y aplicar mapas de medición a estas iniciativas clave.
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Al "doblar la apuesta" en los proyectos patrocinados por la alta dirección y demostrar su impacto, se puede abrir la puerta a más inversión en análisis y medición en otras áreas. Esto permite a las organizaciones enfocar sus esfuerzos en los programas que tienen un mayor impacto en los objetivos estratégicos, en lugar de dispersarse en un sinfín de iniciativas.
Por ejemplo, si un programa de desarrollo de liderazgo patrocinado por la Alta Dirección demuestra claramente su impacto en los resultados del negocio, esto puede generar confianza y abrir la puerta a mayores inversiones en análisis y medición de otros programas de aprendizaje.
De "probar a mejorar"
Un enfoque efectivo para la medición del impacto del aprendizaje corporativo es el concepto de "de probar a mejorar". Esto implica comenzar con pequeños pasos, entender el estado actual y utilizar los datos disponibles para vincular el impacto con el desempeño del aprendizaje.
La fase de "probar" se trata de demostrar el valor del aprendizaje y responder a la pregunta: "¿Puedo probar el impacto del aprendizaje?". Esto puede implicar utilizar los datos existentes, como encuestas de satisfacción, evaluaciones de desempeño o indicadores operativos, para establecer una línea base y comenzar a vincular el aprendizaje con los resultados del negocio.
Una vez que se ha demostrado el impacto, la fase de "mejorar" entra en juego. En esta etapa, se analizan los datos de manera más profunda para identificar oportunidades de mejora en el diseño del contenido, la experiencia del aprendiz o el uso más efectivo de los sistemas de aprendizaje. El objetivo es utilizar los datos disponibles para mejorar continuamente la eficacia y el impacto del aprendizaje.
Este enfoque gradual y pragmático permite a las organizaciones comenzar de manera sencilla, probar el valor del aprendizaje y luego utilizar esa información para mejorar de manera continua.
Indicadores operativos y de satisfacción
En el mundo del aprendizaje corporativo, a menudo se recopilan una gran cantidad de indicadores operativos, como asistencia, horas de capacitación, entre otros. Sin embargo, es importante cuestionar la relevancia de seguir midiendo estos indicadores, ya que pueden no aportar mucho valor en la evaluación del impacto.
De manera similar, los indicadores de satisfacción de los participantes suelen estar por encima del 90% en la mayoría de las organizaciones. En estos casos, insistir en medir constantemente estos indicadores puede ser poco útil, ya que es poco probable que se puedan mejorar significativamente.
En su lugar, las organizaciones deben enfocarse en indicadores que realmente importan y que les permiten demostrar el valor del aprendizaje. Estos pueden incluir:
Al cuestionar la relevancia de seguir midiendo ciertos indicadores operativos y de satisfacción, las organizaciones pueden liberar recursos y enfocarlos en aquellos indicadores que realmente importan para demostrar el impacto del aprendizaje.
En el campo del aprendizaje corporativo, la medición y evaluación del impacto es fundamental para demostrar el valor del desarrollo de talento y justificar las inversiones en esta área. Sin embargo, no todas las iniciativas de aprendizaje requieren un enfoque de medición complejo y costoso.
Dirección de Recursos Humanos | Gerente de Recursos Humanos | Antropología Empresarial | Business Partner | People Analytics | Talento, liderazgo y cultura | Transformación Organizacional | Employee Experience | SMPC
8 meses“No todo lo importante puede ser medido, y no todo lo que puede ser medido es importante” “Not everything that counts can be counted, and not everything that can be counted counts.”
Experto de Diseńo Multimedia Instruccional y Capacitación con IA
8 mesesBuenos consejos, la cuestion mas importante es definir que es lo que se alcanza con "aprendizaje". El aprendizaje es un espectro amplio en el cual se encuentran recursos, informacion, habilidades y capacitacion. La obsesion con el ROI debe ser lo ultimo a incluir ya que sin objetivos definidos no se puede validar el ROI mas alla de dinero gastado.