Toca seguir pacientemente...

 Buenos días amigos,

Algunas de las personas con las que intercambio opiniones me han escrito preguntándome por mi silencio en las redes. Gracias por vuestro interés pero no me pasa nada, sólo que se está escribiendo mucho, y en muchos casos muy bien, y no me parecía oportuno añadir más opiniones a una red ya muy saturada. También es verdad que mi posición de presidente de la Comisión de Seguridad Industrial de FEDEQUIM y de presidente del Consorcio Nacional del Caucho, me genera una sobresaturación de mails sobre el COVID-19 que me tiene la mar de ocupado en mi confinamiento severo.

Dicho esto, y para agradecer el interés, me decido a escribir un pequeño artículo sobre la situación y sus consecuencias. Es cierto que estamos viviendo algo que, ni en la peor película de terror, nos hubiera parecido creíble. Tener, potencialmente, a la humanidad confinada en sus domicilios, como podría ser en caso muy extremo, era inimaginable.

Dicen que de todo esto vamos a aprender mucho, que nos daremos cuenta de que vivíamos en un mundo superficial en que se habían hipervalorado muchas cosas que no son fundamentales, que hoy vemos que son prescindibles, aunque sea temporalmente, ahora que nuestra movilidad es forzosamente reducida. ¿Alguien podía imaginarse un mundo sin futbol, o sin bares? ¿Quién podía imaginarse un mundo sin turismo y sin librerías?. Pues ahí estamos.

Me preocupa la situación de nuestros mayores. Es cierto que hemos alargado la vida de las personas, pero yo, que empiezo a entrar en una edad peligrosa para el coronavitus, me planteo si es bueno alargar la vida, sin más, o quizás sería mejor el mejorar la calidad de la vida de las personas. Lo visto por televisión en las residencias, no en todas evidentemente, pone la piel de gallina, igual como los casos de personas que viven solas y son encontradas muertas en sus domicilios gracias a los avisos de los vecinos, no de ningún familiar, ni amigo.

La gestión de la edad quedará como uno de los grandes temas a analizar y tomar decisiones de futuro.

Como estáis acostumbrados a que hable de PRL, lo voy a hacer. Decía en la conferencia sobre PRL en el marco de industria 4.0 en Querétaro(México) , que habría un cambio radical en la gestión de la PRL y que los riesgos psicosociales tomarían un gran protagonismo en la dinámica 4.0. Mi propuesta era una gran aproximación entre la PRL y la Vigilancia de la Salud, a veces van cada una por su lado. Esta propuesta pensada con una anticipación de cinco o diez años, se vuelve de rabiosa actualidad.

La gente que está trabajando, especialmente en el sector sanitario y otros también precisos como la alimentación, no con el mismo nivel de riesgo cuantitativo, pero si con una sensación de angustia permanente, merecerán inmediatamente un tratamiento global, para superar el pasado inmediato y lo que está por venir. Profundizaré en otra ocasión.

A un precio demasiado alto, pero también hay cosas positivas. Hoy mismo me han llamado dos colegas de Alemania, interesándose por mi y por mi entorno. A uno de ellos lo había perdido de vista hace tres años… Ojalá creemos vínculos más humanos, que los de antes de la crisis. Continuará...