Todo es cuestión de confianza
Dicen que el ingrediente primordial para que una relación funcione más allá de la comunicación o de la tolerancia, es la confianza. Sin importar el tipo de relación, valga la aclaración; está comprobado que siempre que exista confianza entre dos o más personas, se pueden crear cosas maravillosas. De igual forma si no la hay, es poco probable que las cosas lleguen a buen puerto.
Entonces, si afirmamos que efectivamente la confianza es la clave en cualquier tipo de relación. Las personas que están buscando empleo deberían preguntarse ¿cómo proyectar confianza para ser contratados para cubrir la vacante? O el jefe que necesita que se cumplan los objetivos debería establecerse la interrogante sobre ¿cómo despertar esa confianza en su personal para que lo sigan ciegamente?.
Como dije la confianza se da en todas las esferas de la vida; en otras palabras, aquella persona que está enamorada de alguien más, si desea conquistar su corazón; entonces, debería averiguar cómo generarle confianza al ser amado. Situación que se repite frente a una amistad o al deseo ferviente de formar parte de un grupo. O aquel padre o madre de familia que desea que sus hijos compartan más de su vida privada sin presionarlos. En todos esos casos, la gran interrogante es: ¿Qué hacer para ganarme su confianza.
Ya sea que sea un vendedor de ollas o candidato a la presidencia; ya sea ama de casa, secretaria o estudiante de colegio, la gran interrogante siempre será ¿Cómo ganarse la confianza de alguien más? Ese es el propósito del marketing darle a conocer los beneficios del producto/ servicio al consumidor con la finalidad de generarle confianza para que compre.
Cómo vemos desde los mercenarios hasta los diplomáticos la añoran, buscan ganarse la confianza del otro, aunque en ocasiones sea el adversario, ya que es bien sabido que una vez ganada la confianza, se puede conseguir todo lo que se proponga de la persona quien confía, aunque en ocasiones solo sea cuestión de afinar el discurso.
Por otro lado, la confianza posee un aspecto tan delicado que una vez mancillada, es poco probable volverla a recuperar, ya que es un acto de fe tan delicado y complejo que ocasiones una vez resquebrajada nunca más se logró restituir.
A pesar de ello, no debemos olvidar que más importante que ganarse la confianza de alguien más, es confiar en sí mismo, aceptarnos tal cual somos, abrazar nuestras virtudes y nuestros defectos y ser auténticos. Alineado al texto en algún lugar leí que antes de iniciar alguna relación con alguien más, es imprescindible estar bien uno mismo ya que de ahí parte todo.
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Encontrar ese equilibrio ideal nos permitirá generar confianza, ya que al conocer nuestras capacidades y aceptar nuestra fragilidad de seres humanos podemos conocernos y saber que estamos en capacidad de ofrecer y que es lo que aun nos falta por desarrollar.
Siempre en mis talleres y asesorías trabajamos el tema de la confianza frente al control excesivo que aplican algunos líderes en “aras de la búsqueda de la calidad total”. Precisamente los ejercicios que se aplican van orientados a la construcción de la confianza. Recordemos que a los procesos y a las máquinas se controla, en las personas se confía.
Muchas gracias mis queridos lectores, no se olviden que si desean desarrollar habilidades blandas como la confianza y otras más - comunicación, liderazgo, servicio al cliente, innovación, trabajo en equipo, neuro ventas- en el capital humano, envíeme un mensaje por interno que con gusto les responderé.
Una vez más, muchas gracias a todos por leerme, por sus likes y sus mensajes. Aprovechemos este nuevo año para resignificar viejos conceptos y ver la vida con ojos diferentes.
Un fraterno abrazo
Christian