A todo trabajador, le puede llegar su “Muñeco” Gallardo.

Hoy hace exactamente una semana, el mundo fútbol se veía conmocionado porque después de 15 años, se desvinculaba a Óscar Washington “el maestro” Tabárez de la Selección Uruguaya de Fútbol. Aquel hombre, que ostenta el récord de un DT con mayor cantidad de partidos al frente de una selección, se fue en medio de una eliminatoria dejando a su equipo en la séptima posición. Pensar que gracias al equipo que gestionó ese hombre, miles de uruguayos salimos a las calles a festejar en el 2010 y en 2011, y volvimos a sentir una pasión por la selección, que hace décadas que no se sentía.

La magnitud de la noticia fue enorme, y llenó portadas en las principales diarios y suplementos deportivos, y las redes sociales se inundaron de publicaciones como si hubiera pasado un tsunami por ellas.

Pero hoy, al cabo de una semana de este suceso, no se habla más del Maestro Tabárez; sino que se habla de quien lo puede suceder, teniendo el número uno Marcelo “el Muñeco” Gallardo. Los portales y la opinión pública no para de hablar de los méritos que tiene Gallardo, de las propuestas que le harían a Gallardo, de las metas que tiene Gallardo por cumplir y el estilo que podría darle al equipo. Todo es Gallardo.

Al Maestro, le sucedió lo que le sucede a cualquier trabajador cuando se va de una organización: se habla por un par de días de su ausencia, pero rápidamente se da vuelta la página y la organización sigue su camino.

Es por eso que esta situación, es un vivo ejemplo de que no podemos creernos que, por haber alcanzado el éxito en cierto momento, podremos permanecer en nuestro cargo para siempre. Todos los días nos encontramos rindiendo examen. Por eso, es que debemos ser humildes y trabajar en mejorar para superarnos; ya que para el cargo en el que hoy estamos, existen otras personas que pueden ocuparlo, y tal vez hasta estén mejor capacitadas que nosotros. A su vez, no podemos desconectarnos de nuestros equipos y olvidarnos de ser líderes, ya que gracias a ellos se logran alcanzar los objetivos trazados, como fue la Copa América 2011 para nuestra selección.

Para cerrar, hace un par de meses, un docente me hizo conocer la expresión “a todo negocio le llega su Uber”. Creo que la misma, para este caso, se puede adaptar de la siguiente manera: “a todo trabajador, le puede llegar su Muñeco Gallardo”.