Todos quieren ser Poteleche: De Estilos y Portafolios

El creativo (sea marketero, diseñador, copywriter, content creator, Community Manager, etc) es un egocéntrico. En serio; siempre tiene un deseo de grandeza: desea ver sus ideas plasmadas en los billboards de su ciudad, quiere que sus ideas sean las celebradas por directores y clientes, quieren lograr convertirse en las referencias visuales y conceptuales de sus colegas; tanto actuales como futuros. Por eso, las escuelas de diseño y creatividad nos han vivido repitiendo que como profesionales debemos crear un estilo, crear tendencias. Se nos enseña que hasta que no hagamos un impacto con una pieza, nuestra carrera no valdría mucho. Si, la educación superior especializada en creatividad y diseño nos ha llenado la cabeza de villas y castillas, alimentando el ego del profesional emergente, que lamentablemente (y de la misma manera como parte de un mal generacional, fucking millennials) quiere correr antes que gatear y no quiere fajarse antes de generar un éxito. Estilo, estilo, estilo. Todos los profesionales de la creatividad repiten esta palabra y la enarbolan como la fórmula mágica que hará que su trabajo sea influyente. Por eso ves cantidad de muchachitos y muchachitas en las facultades de artes y publicidad más enfocados en el color de pelo que se van a poner, el tatuaje con el que van a mostrarle al mundo qué tan "rebeldes y creativos" son, o más pendientes a la ropa de moda con la que van a callar bocas en las clases en vez de enfocarse en prepararse en los fundamentos y trabajar en crecer.

El Estilo y el Concepto que le da vida

De acuerdo a la RAE (1), estilo se define como: Modo, manera, forma de comportamiento; Carácter propio que da a sus obras un artista plástico o un músico, o Conjunto de características que identifican la tendencia artística de una época, o de un género o de un autor. Para serles honestos, me encanta esta última definición de la misma palabra que menciona la RAE: Uso, práctica, costumbre, moda. Me gusta porque menciona una palabrita interesante: moda. Podemos sustituirla con la palabra tendencia, si desean. Muchos le pasan por encima a la cruda realidad de que: las tendencias mueren. Si hacemos el ejercicio mental, podemos llegar a la conclusión de que las modas mueren. Por consiguiente: los estilos mueren.

Las tendencias mueren. Las modas mueren. Los estilos mueren.

¿De dónde viene ese carácter propio o características personales que identifican una pieza? ¿No es de los miles de ensayos y errores que cometen estos creativos al momento de crear una pieza funcional? ¿No es de las horas de estudio de la competencia, rivales y colegas; y sobre todo, de esas horas de auto-crítica y desarme de sus propias piezas para crear un producto funcional? ¿No se trata de conocer el contexto de su trabajo al momento de crear una pieza funcional y que sobre todo cumpla con los requerimientos y lineamientos tangibles del cliente al que trabaja? Si notaste que mencioné la palabra funcional 3 veces es por una muy sencilla razón. Quiero dar un disclaimer antes de dar la razón, y doy este disclaimer con mucha gracia y humildad porque yo también fui uno de esos (quiero hablar dentro del contexto de la industria creativa dominicana): A los creativos se les olvida o no les enseñan que no son artistas visuales. A los creativos no les enseñan que el diseño o la creatividad no se trata de ornamentaciones, frases "cool" o texturas y fondos y tipografías. Pensamos que somos artistas visuales, y por lo tanto, cuando se le cuestionan sus "decisiones creativas" y se pone en duda la funcionalidad, estética y efectividad de lo implementado: se ofenden. Y claro, tienen toda la razón de ofenderse ya que tratan su trabajo como si fuera una obra maestra digna de un espacio en El Louvre; cuando la gran mayoría de veces, pierden el punto completo de su profesión. El ser diseñador, o creativo nunca se ha tratado de imponer un estilo; sino de resolver un problema de una manera estética, independientemente del estilo a utilizarse. Recuerda: el estilo no es más que una moda.

De acuerdo a Strate School of Design en Paris (2), el diseño se define como:

El proceso de crear, visualizar y producir soluciones para objetos físicos, personas o incluso sistemas abstractos que necesiten una solución de un problema.

Por favor corríjanme si me equivoco, pero no creo que eso lo enseñen en las universidades; y si lo hacen, son pocos los que lo recuerdan a sus estudiantes. Hay muchas personas con alma de pintor jugando a diseñadores gráficos. Hay muchos poetas jugando a copywriters. Y no es que esté mal; pero no es el foco. Nuestra industria no es ni tan romántica ni tan creativa por el hecho de ser creativa como pensamos.

El Problema de las Comparaciones de Estilo

¿Por qué hago todo este comentario? Porque existen muchos profesionales de la industria que todavía prefieren la creatividad y la "autenticidad" por encima de la efectividad y la eficiencia del trabajo realizado. Newsflash: ya no estamos en los tiempos de los Mad Men, ya no son los locos 80, ni los nostálgicos 90, en los cuáles la pura creatividad era capaz de salvarte una marca, por un chiste malo realizado en una sesión de brainstorming en la cuál NADIE quiere estar (Que conste: aún puede pasar).

Los defensores acérrimos del "estilo sobre efectividad" ponen como ejemplo a muchos virtuosos de las artes y la creatividad (aún sin conocer mucho de sus contextos), por ejemplo: Andy Warhol, o localmente, Poteleche. ¿Por qué son malos ejemplos utilizados para defender el estilo antes que la efectividad del trabajo? Primero Warhol: luego de trabajar como dibujante publicitario, SALE del diseño gráfico completamente y se dedica a las artes plásticas y audiovisuales; por cuyas piezas es que recordamos su estilo. De hecho es definido en su página Wiki como artista plástico y cinematógrafo; NO como diseñador gráfico.

Con respecto a Pote (el ídolo de estudiantes locales y considerado la vara de medir con respecto a qué debería ser un creativo en el país) el asunto va respecto a que es conocido como ilustrador, posición que no tiene las mismas directrices que un diseñador gráfico. No hay lineamientos; no existe el límite de un brief o marca. Las marcas lo buscan por causa de la popularidad de sus piezas; técnicamente, el mismo patrón de Andy Warhol con respecto a sus líneas de trabajo. Me voy más lejos: estoy seguro que muchos creativos y marketeros ven una de las piezas de trabajo de Pote o su equipo de Modafoca como diseñador gráfico y NO LO RECONOCEN; porque "no se parece a su estilo"; lo cuál habla mal de nuestros profesionales actuales. Si a esas nos vamos: ¿podemos comparar a Warhol con Milton Glaser, o con Ivan Chermayev? ¿Podemos comparar a Warhol con Stefan Saegmeister o con Jessica Walsh (muchos dirían que si, pero existen sus grandes diferencias. Si a esas nos vamos todo el mundo puede realizar trabajo personal)?

Quiero irme personal con respecto a esas personas que quieren crear un estilo con tantas ganas y aplicarlo a sus portafolios y en base a ello hacerse de un nombre: ¿Eres tu Warhol? ¿Eres tu Pote? ¿Tienes su trayectoria? ¿Has realizado trabajos exitosos que te merezcan el boca en boca de las agencias y marcas? Si la respuesta es SI: ¿Por qué rayos no has despuntado? ¿Qué crees que te hace falta? ¿La plataforma? ¿O es que tu estilo no es tan bueno como pensabas? Si la respuesta es NO: deja de compararte con personas que si han tenido el tiempo y la experiencia para aplicar su estilo a su sistema de resolución de problemas; y ponte a trabajar en base a ello.

Una Encuesta

Toda esta discusión la hice en base a una encuesta que realicé hace una semana, luego de una conversación con una usuario de LinkedIn con respecto a este mismo tema de estilos y portafolio:

Es que no hay que explicarlo mucho: el romanticismo de la creatividad, la espontaneidad de una idea en el momento menos indicado e incluso "la suerte", han cedido paso ante el valor de la data, los estudios de comportamiento de mercado, benchmarking, inversiones, etc. Tenemos demasiados factores que nos pueden ayudar a resolver el problema que nos plantea el cliente. Si nos vamos a nivel profesional personal, es obvio: el demostrar que puedo agregar valor tangible (a nivel de data de medición, éxito de la campaña, efectividad de artes, KPI's, etc) a la empresa que me contrata o a la marca correspondiente a mi equipo, me ayuda a crecer y a elevar mi posición dentro de la empresa misma, e incluso aumenta mi valor "boca en boca" entre los clientes por causa de la efectividad y eficiencia de mi trabajo.

No me malinterpreten: no soy un robot de la creatividad; nada vencerá el intelecto humano con respecto a crear soluciones e ideas innovadoras y útiles. No existe algoritmo digital que pueda realizar un logo mejor que un ser humano. Pero, debemos reconocer que nos hemos desviado del foco: trabajamos con egos frágiles ante cualquier crítica, intentando imponer un "estilo" que posiblemente no es el que contextualize correctamente con el cliente o trabajo en cuestión. Personalmente, yo ya tengo unos 6 años en la industria y aún sigo encontrando y evolucionando mi estilo; pero nunca me he olvidado de superar las expectativas de los lineamientos, data y necesidades de los clientes que me han tocado. No recuerdo cuántas veces tuve que entrar en un estilo que no es el mío (es incómodo, lo se); pero la satisfacción de poder dominar ese estilo para entregar un trabajo de altísima calidad, y poder ver la satisfacción de un producto de acuerdo al brief, y sobre todo: los niveles de éxito logrados; no se compara en nada con tratar de defender con capa y espada un estilo que quizás ni siquiera sea el mí propio porque no me he dedicado a estudiar lo suficiente o a trabajar cuando nadie me ve; ni tampoco se compara con defender una idea que lamentablemente nos puede mantener en una burbuja de confort, sin crecimiento ni aprendizaje por mucho tiempo.

Mi consejo: conviértete en un recurso efectivo y eficiente. Esa eficiencia y efectividad te hará probar tantos estilos en orden de completar un trabajo en específico que te dará el tiempo, la experiencia y el criterio para crear tu estilo. Luego, aplica lo aprendido.

Crea fama y acuéstate a dormir.