¡Todos son iguales!
En la entrevista le dicen al reclutador que siempre estarán ahí, que nunca habían visto algo que les entusiasmara tanto, que finalmente saben lo que se siente pertenecer... Y después "yo te juro que yo no fui".
Es de llamar la atención como se van deteriorando las relaciones laborales con el paso del tiempo, aparentemente, "por el simple paso del tiempo".
¿Qué pasa con ese simpático aspirante que día a día va desdibujando como alma en pena esperando a pagar su tiempo en el purgatorio? Será que por azares del destino, cayó por error en el único trabajo en donde se le trataría de tal manera que perdiera la voluntad. Seguramente en ningún otro lugar antes se había sentido así y con mayor seguridad aún, cuando finalmente cambie de jefe o de empresa, jamás volverá a pasar por lo mismo... ¿o no?
Durante la entrevista, no les importaría quedarse a dormir en la oficina con tal de conseguir el puesto; cuando tienen el puesto, se preguntan ¿Si solo porque a su jefe no lo aguantan en su casa, el también se tiene que quedar en la oficina?
Claro que hay "oficinas infierno", pero si ya te tocó estar en más de una, será momento de preguntarte si no eres tú el "pobre diablo", en cuyo caso, es momento de empezar a hacer ajustes.
Empieza por hacer una auto evaluación. Por cada solicitud que te incomode como: Quedarte una hora más, llegar más temprano mañana, hacer ese viaje de negocios, revisar de nuevo ese reporte ¿Cuál hubiera sido tu respuesta en la entrevista?
- a) Claro que jamás me quedaría ni un minuto más para terminar mi trabajo, me estás contratando por horario, así que si no terminara mi trabajo a tiempo, sería solo una prueba de que eres un jefe ineficiente
- b) No tengo problema, siempre me ha gustado el trabajo duro y para mi, cada contratiempo es un reto nuevo
- a) El equilibrio en mi vida es crítico y por nada del mundo sacrificaría el tiempo que comparto con las mañanas con mi familia. Además, no disfruto levantarme temprano, no me gustan las mañanas. Prefiero un lugar con horarios flexibles (porque horarios flexibles es que llegue cuando quiera ¿no?)
- b) No tengo problema, siempre me ha gustado el trabajo duro y para mi, cada contratiempo es un reto nuevo
- a) Si el destino del viaje fuera una ciudad interesante, lo haría con gusto; pero la verdad es que las ciudades pequeñas donde no hay nada que hacer, no me llaman la atención. Viajar implica levantarse temprano, estar lejos de casa y seguramente el vuelo de regreso será pesado... - ah... ¿no es en avión el viaje?... no definitivamente no.
- b) No tengo problema, siempre me ha gustado el trabajo duro y para mi, cada contratiempo es un reto nuevo
- a) Soy una persona "profecional" y no "nezecito rebisar" mi trabajo más de una vez. Siempre hago las cosas bien a la primera, soy un tipo "eselente" que jamás se equivoca.
- b) Si es necesario revisar el proyecto veinte veces, lo reviso veinte veces; jamás pondría en riesgo el resultado del equipo
Es muy fácil prometer en las entrevistas, mucho más allá de nuestras capacidades y constancia para conseguir un puesto y en algunas ocasiones, el deterioro de la relación laboral, lo inicia el primero que no cumple con "lo pactado" en un inicio. O empiezas a cuidar lo que prometes o empiezas a cumplirlo aunque no (todos los días) te guste.
La empresa puede o no ser co-responsable de tu falta de motivación, pero eso jamás puede ser el pretexto de un empleado que pretenda ser reconocido como responsable, independiente y orientado a resultados; la adversidad está ligada al éxito, y sin ella la receta no está completa.
Desarrolla tu imagen profesional de tal manera que nunca te ubiquen como "Todos (los candidatos) son iguales", porque si no te van a aplicar el "no eres tu soy yo..." Y hay "una edad" en la que eso ya no es conveniente...