Toma las riendas
La mente humana es digna de estudio...
Por un lado, podemos convencernos de que la mayoría tiene razón, y seguir acríticamente lo que digan los demás.
Por otro, somos capaces de adoptar el papel de oveja negra, y sostener nuestra opinión contra cientos o miles de personas.
Imagina que pides en un restaurante, y el plato que te sirven no es el que has pedido.
La segunda vez, lo mismo. Y así, cuatro veces.
¿En qué momento te empiezas a plantear que no estás comunicando bien lo que quieres?
Muchas personas viven su día a día así, convencidos de que a su alrededor nadie les entiende, nadie les escucha... cuando simplemente es que no saben comunicarse.
Pero no basta con comunicar. No basta con saber si tengo razón o no.
Porque al final llegamos al mismo punto desde distintos caminos: tomar responsabilidad.
¿Qué debería distinguir a un niño/niña de un hombre/mujer?
Los niños se ponen medallas por lo que hacen bien, y culpan a otros de lo que hacen mal.
Los adultos agradecen a otros por lo que hacen bien, y se responsabilizan de lo que hacen mal.
O así debería ser...
Ponerse medallas y echar balones fuera... no lleva a ninguna parte.
Si has dejado esa fase atrás, te muestro tu siguiente reto como líder:
"El crecimiento es doloroso. El cambio es doloroso. Pero nada es tan doloroso como quedarse atascado en algún lugar al que no perteneces." - Mandy Hale