Trabajar en equipo. Claves y acciones posibles en entornos laborales
Trabajar en equipo. Claves colaborativas y acciones posibles en entornos laborales
Una canción homónima de Fito Páez reza que siempre “es solo una cuestión de actitud”. Esto, que aparece simplificado, como algo constante y hasta obvio, en las diversas culturas organizacionales, no suele ser tan cristalino. Desde ASE, te proponemos observar cómo se aplica en el trabajo en equipo el concepto de actitud, entendida como predisposición y forma de actuar, y cuáles son sus variables.
Aunque, primero, es importante definir cómo se logra trabajar en equipo. Una de las claves colaborativas es la horizontalidad: la oportunidad de que cada miembro del equipo sea partícipe en las decisiones a tomar, y para ello es menester respetar los aportes de cada uno, por más que haya quienes sean más osados que otros.
Por otro lado, el desafío de la motivación es una constante preocupación en determinados entornos laborales. A partir de la unión de intereses y metas, logramos la cohesión, o bien un incremento de atracción hacia el espíritu de equipo, lo que disminuye los conflictos, y, si estos llegaran a surgir, se tratan de manera positiva, con una buena comunicación.
¿Qué otras claves colaborativas podemos mencionar? El objetivo del trabajo en equipo es generar un círculo virtuoso que impacte en el clima organizacional, y para ello necesitamos tener ciertas características actitudinales, como: compartir nuevas ideas y dar soluciones; aportar opiniones, ofrecer información y hechos relevantes; coordinación y cooperación en las actividades de todos los miembros; empatía; comprender al otro; apoyar opciones distintas a las que podamos dar nosotros; interesarse por las de los demás y ayudar a desarrollarlas. En la variedad está el gusto, después de todo. Si unimos estrategias y formas de llevar a cabo cada procedimiento o técnica, sentiremos pertenencia a la organización, porque, de hecho, seremos parte importante de las acciones y decisiones de esta.
Recomendado por LinkedIn
Además, no debemos dejar de lado las metas personales a nivel laboral. Pero, ¿pensaste alguna vez que estas pueden ser compatibles con las del equipo? Un poco más allá de esta cadena de intereses personales, tanto la organización como los colaboradores, pueden unirse y motivarse para llegar a alcanzar esos intereses en común. En definitiva, aquello que construimos a diario es un sistema social que involucra convivencia y objetivos. Hagamos que esta tarea, a largo plazo, sea lo más llevadera, motivante y divertida posible.
Es sabido que “como es arriba, es abajo” por lo que es importante fomentar el espíritu colaborativo desde la dirección de las organizaciones, como hasta los mandos medios. De esta manera, hará que la “competencia” dentro del trabajo, tenga que ver con las propias habilidades y no que tan colaborativo sos dentro del equipo.
El trabajo en equipo no es, en definitiva, solo un modelo de trabajo, sino una filosofía de funcionamiento, que tiene en primer plano el compromiso, para responder al desafío de la productividad y del rendimiento.
Por último, es destacable mencionar la importancia de que todos los actores involucrados en este circuito conozcan las ventajas de trabajar en equipo, para crear ese espíritu colaborativo que los motivará a diario.