Transformando la Influencia:
Nuestra colaboración, vista desde una perspectiva pragmática, permite contribuir significativamente a esta plataforma invaluable en una sociedad que busca democratizar el conocimiento. Es crucial influenciar de manera positiva con aportes basados en sólidos conocimientos, reconociendo que la verdad es un concepto evolutivo. Mientras la ciencia pura permanece en un ámbito selecto, la tecnología, como ciencia aplicada, debe ser enfocada de manera inteligentemente más pragmática y beneficiosa para toda la sociedad.
Por otro lado, no está demás decir que no existe una verdad absoluta, solo perfectible y que todos somos ignorantes, solo que ignoramos cosas distintas.
En la historia, hemos admirado a numerosos verdaderos influenciadores, desde Sócrates y Aristóteles, Miguel Ángel y muchos más pensadores, filósofos y grandes personajes que han aportado mucho al mundo y han ayudado con sus mentes privilegiadas, en general, es importante recordar a todos los líderes de conocimiento, que nos han guiado. Sin embargo, la evolución social ha traído una distorsión: ahora cualquier persona puede ser considerada influenciadora si capta la atención, ya sea por su apariencia física o por generar controversia con palabras vacías. Este fenómeno ha diluido la importancia de liderar con valores profundos y conocimientos significativos.
Además, hay que recordar que existen lideres de conocimientos y que también existen los lideres carismáticos y muchos otros tipos de lideres.
¿Cómo podemos encontrar equilibrio en este panorama? Creo que la clave no está en atacar a los “influencers existentes”, sino en destacar y promover, realzar más a todos aquellos influencers, que aporten ideas valiosas, conocimientos fundamentales y avances beneficiosos para la sociedad. Plataformas como LinkedIn son ejemplos donde el conocimiento y la innovación pueden impactar positivamente.
Recomendado por LinkedIn
El verdadero desafío radica en democratizar el acceso al conocimiento, haciendo que sea comprensible y relevante para todos, independientemente de su nivel de educación. Es crucial transmitir el conocimiento de manera pragmática y aplicable en la vida cotidiana (tecnología), alejándonos de la élite intelectual que maneja necesariamente la ciencia pura (el conocimiento etéreo) acercándolo a la mayoría. De tal manera que el uso de las herramientas como un celular sea más utilizado en enfoques de productividad, que en la vana necesidad de mostrarse en una selfi.
En un mundo donde la tecnología es omnipresente y la tendencia es seguir lo superficial y lo cómico, es imperativo que aquellos con algo valioso que aportar se conviertan en influenciadores para contrarrestar la influencia de contenidos de poco valor o incluso destructivos.
El pensador y filósofo Joseph Ratzinger advirtió sobre un camino hacia la destrucción, pero hay pensadores optimistas que ven la posibilidad de un futuro con valores sociales más claros y robustos. Es responsabilidad de todos los que poseen conocimientos útiles, los que tengan una mirada con una buena cuota de experiencias que le hayan permitido madurar un conocimiento y lo haya logrado utilizar muy pragmáticamente, deben convertirse en un influenciador para guiar hacia un mundo mejor, donde el aprendizaje y la sabiduría verdadera prevalezcan sobre la banalidad y la superficialidad, sabiendo que el conocimiento necesita de una suficiente democratización, tomando el simple ejemplo de grandes teorías como lo fueron en su tiempo, una verdad irrefutable, teorías que ya han ido quedando obsoletas o sobrepasadas por nuevos conocimientos, que perfeccionan las teorías anteriores.
En resumen, en mi humilde opinión, nuestro desafío no es solo reconocer los potenciales influenciadores y más que los influenciadores, sus aportes, para transformar y empujar las tendencias hacia conocimientos que realmente sean aportes de mayor valor y útiles para este mundo que tiende a caminar masivamente hacia lo superficial.