Tres bares notables de Buenos Aires
A lo largo de los años, cientos de figuras de la política, el arte y el espectáculo argentino e internacional se reunieron bajo las luces cálidas y el mobiliario tradicional de los grandes bares notables porteños. Estos establecimientos fueron elegidos como centros de tertulia para decenas de generaciones de argentinos.
Por su trascendencia e importancia histórica, estas confiterías fueron declaradas como parte del patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires. En este artículo, los invitamos a conocer tres de estos icónicos bares en un recorrido por su historia, sus especialidades y sus curiosidades.
Bar de los Angelitos
Fundado en 1890, este establecimiento originalmente llevaba el nombre de “Bar Rivadavia”. Sin embargo, los vecinos del barrio de Balvanera lo renombraron con el pasar de los años. Según la anécdota, comenzó a ser irónicamente apodado el “Bar de los Angelitos” para hacer referencia a los buscapleitos que solían pelearse entre las mesas de la confitería.
Con los años, el bar comenzó a atraer a otro tipo de público, desde políticos radicales y socialistas hasta Carlos Gardel. Incluso se escribió un tango en su honor. Compuesto por José Razzano y Cátulo Castillo en 1944, el tango “Café de los Angelitos” fue cantado por Alberto Marino y musicalizado por la orquesta de Aníbal Troilo.
Hoy en día, se destaca por su decoración tradicional y elegante. Fue restaurado en 2007, y sus detalles en vitraux y bronce recrean la personalidad original de la confitería. Además, la música y el tango continúa siendo un componente integral de Los Angelitos. En su gran sala de espectáculos, se realizan shows de tango exclusivos con regularidad.
Bar Los Galgos
En la esquina entre la Avenida Callao y Lavalle encontramos el Bar Los Galgos; un establecimiento fundado en 1930. Antes de convertirse en café, esta esquina del barrio de San Nicolás supo ser la residencia de la familia Ramos, una fábrica de máquinas de coser Singer y, luego, una farmacia.
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A lo largo de más de 90 años de historia, Los Galgos ha sido un punto de encuentro para numerosas personalidades destacadas de la historia argentina; desde el compositor Aníbal Troilo hasta el ex-presidente Arturo Frondizi. Muchos de sus concurrentes más famosos están conmemorados en las paredes del bar; decoradas con históricas fotografías de época.
En el 2015, el bar atravesó una restauración completa que recuperó mucho del mobiliario y de los detalles originales. Las luces cálidas, grifos de cisne y la barra tradicional contribuyen a su atmósfera acogedora. Y es que, en Los Galgos, uno se siente como en casa; quizás porque su empleado de menor antigüedad trabaja allí desde hace 25 años.
Confitería La Ideal
El barrio de Balvanera también alberga la histórica Confitería Ideal, inaugurada por primera vez en 1912. Este histórico edificio supera los 2000 m² de superficie total, y su arquitectura se destaca por su estilo señorial, propio de la Belle Époque. Además, la confitería cuenta con una histórica cúpula compuesta por 60 paneles de vitrales y rodeada por una moldura de cartapesta.
Como muchos de los bares notables de Buenos Aires, La Ideal atravesó muchas transformaciones. Según cuentan los vecinos del barrio, la confitería fue el emplazamiento de la primera fábrica de helados de Buenos Aires, que funcionó a principios del siglo pasado. Más adelante, en los años 70’, funcionó un salón de milongas en su primer piso.
Aunque La Ideal cerró sus puertas en 2016, un grupo de especialistas dieron inicio a su restauración poco tiempo después. A fines de 2022, la confitería fue reabierta tras un arduo trabajo de recuperación de sus vitrales, boiseries y muebles originales. Hoy en día, la confitería se destaca por su panificación de elaboración propia y sus excelentes platos tradicionales argentinos.