TRES MESES INTENSOS
Resulta complicado trabajar en tus propios puntos de mejora cuando quien te juzga son exclusivamente tus alumnos y no tus colegas. Pero de nuevo mi profesión me ha regalado una magnífica oportunidad, no de conocer la opinión sincera de mis compañeros de profesión, pero sí de ser sometido a una suerte de comparativa. Y me explico:
Durante más de tres meses he venido dando cursos en una importante corporación valenciana, junto a otro formador. Repartidos en tres centros de trabajo, hemos coincidido en dos y, sin necesidad de preguntar, los alumnos que han asistido a las sesiones de ambos me han dado un estupendo feedback que me refuerza para seguir trabajando con la misma línea.
Hacer las clases amenas, adecuarlas a la realidad de los alumnos; captar su atención desde el primer minuto; dar solución a sus situaciones del día a día; aportar detalles técnicos que les faciliten el trabajo y la comprensión de los conceptos; hacerles partícipes del proceso de aprendizaje colectivo; integrarse en el grupo haciéndoles sentirse cómodos; manejar adecuadamente a los alumnos difíciles… son metas que rondan la cabeza de cualquier docente. Que los alumnos te reconozcan expresamente todos estos aspectos y alguno más es algo completamente diferente.
Agradezco de verdad a todos los alumnos y responsables de taller de dicha corporación la enriquecedora experiencia que me han proporcionado. Ha sido un escenario ideal para poner en práctica un montón de ideas, con las que he aprendido mucho, como también lo he hecho de ellos. Espero que algún día podamos repetir.