TU APP DE ALTA CONFIANZA
El otro día estaba trabajando solo con mi alma en un restaurante cuando de repente se acercó una señorita en sus mediados veintes.
"¿Es usted Aarón Benítez?" Le dije que sí y le pregunté su nombre. Me dijo que leía mi contenido y que le era de bastante utilidad.
Le di las gracias y le pregunté a qué se dedicaba. Me contó que trabajaba en el área administrativa en esa cadena donde yo estaba comiendo. Me comentó que había llegado a mis artículos porque una amiga se los había recomendado. Me dio el nombre y me preguntó si la recordaba. Respondí que sí, que había sido una cliente en una de mis escuelas de inglés muchos años atrás.
Un hack al margen que le di es que se acostumbre a dirigirse a la gente con confianza, en segunda persona ("tú") en lugar de usar "usted" con todo el mundo. Esta es una pelea que pocos entienden, pero esa tontería que te repiten en todos lados en México de que "usted" es por respeto no tiene sentido. Respeto es escuchar a la gente, darle su lugar, ponerle atención, conectar con amabilidad. ¿Para qué quieres que te hablen de "usted" y cuando te des la vuelta se burlen de ti? Es un convencionalismo anacrónico. En los altos niveles de negocios y tecnología hablamos de "tú". En inglés —el idioma de alto desempeño internacional— ni siquiera existe esa tontería de "usted". Listo, queridos chicos en sus veintes, sacúdanse esa idea que la vieja guardia les ha hecho creer que es importante o vital.
La chica no notó a mi guardaespaldas ex-novio del ex-SEAL que cuida a Messi, así que con tranquilidad le ofrecí tomar asiento en mi mesa y platicamos un par de minutos más. La felicité por acercarse a saludar, porque eso es construir suerte (serendipia). Quiso invitarme mi comida como cortesía de la casa, agradecí su gesto y le dije que en otra ocasión porque justo ya había pagado.
¿Sabes? Esto puede parece normal para ti si tienes ese tipo de personalidad que se acerca sin mucho problema a situaciones y cosas, pero habemos muchas personas que nos tronamos los dedos, nos comemos las uñas y preferimos arrinconarnos porque sentimos que vamos a morir de la pena al acercarnos a saludar a alguien que no conocemos.
Lo viví desde muy joven, en términos sociales, en fiestas o clubs donde había alguna chica que me gustaba y pasaba toda la noche contemplándola (a dos grados de lucir medio psycho) en lugar de activar mi alto desempeño, acercarme, platicar y obtener su teléfono o su rechazo.
O en mis años tempranos ya como adulto nuevo, donde ocasionalmente me encontraba en reuniones con VIPs y me quedaba viendo cómo conversaban con otros a la distancia en lugar de meterme como todo un metiche/chismoso profesional a la mezcla.
Acércate.
¿Qué te parece lo que estamos haciendo en este lugar?
¿Te puedo pedir rápidamente tu consejo sobre tal situación?
¿Por qué dijiste tal cosa en tal libro o artículo o video?
¿Cómo me recomiendas comenzar con mi canal, podcast, blog, etcétera?
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Estas son algunas preguntas que puedes tener a la mano si te topas con algún influencer. Obviamente, tienes que evitar ser el tipo que sufre de dislexia social. No te pongas a entrevistar al microfamoso en turno si anda tranquilo paseando con su familia. Saluda, pide tal vez la foto y ya en esas ocasiones.
A lo largo de los años me ha tocado conocer políticos, actores, científicos, empresarios, deportistas muy, muy famosos en diferentes circunstancias, de esos con millones de seguidores, libros bestsellers, canales influyentes y demás. La realidad es que sí, al principio era intimidante, pero hey, así es toda nueva experiencia que vale la pena dominar. Entender que son personas normales como tú y yo es fácil. Aplicar ese entendimiento el momento adecuado, no tanto.
"Starstruck" es el término en inglés cuando estás impresionado al toparte con alguien famoso (o "ahí medio famosillo", como alguien acertadamente me describió en alguna ocasión). No sufras de esto. Emociónate, sí, pero conecta. Aprende a ser agradable y curioso.
Dentro de ti existen diferentes versiones. Existe la versión romántica y melosa que usas con tu pareja y que nadie en la oficina ve jamás. Existe la versión decidida que termina exhausto la rutina del gimnasio pero que ninguno de tus vecinos conoce. Existe la versión que tiene ciertos miedos que ocasionalmente te quitan un poco el sueño. Y así.
Muy escondida entre las aplicaciones de tu sistema operativo personal, existe una versión tuya llena de confianza. No la usas seguido debido a todo el ruido del mundo que te aturde a diario moldeándote a pensar y comportarte de forma promedio y demás, pero ahí está, te lo juro, te lo firmo. Tienes que desempolvarla, actualizarla y ponerla en tu pantalla principal. Esa app de alta confianza en ti mismo es en la que vas a hacer clic cuando estés en este tipo de situaciones sociales ante gente con la que te conviene conectar.
Pregunta cosas a los líderes de tu organización.
Platica con esa personita especial.
Saluda a los famosos.
Domina las situaciones sociales que ponen nerviosos a todos los demás.
Activa tu app de alta confianza en ti mismo.
Sé socialmente audaz.
Y selo ahora.
—A.