Tu Diálogo Interno ¿es con tu amigo o con tu enemigo?
¡Hoy es un día feliz y productivo! Llevo varios días dando vueltas a mi posible aportación a la pregunta que te planteo en el título y que, claro está, me planteo también a mí mismo.
Por circunstancias personales y familiares, durante algunas semanas mi Diálogo Interno no ha sido muy constructivo, he estado debatiendo el pasado con mi “enemigo interno” y ganaba él por goleada; sin embargo, esta última semana he conseguido dialogar con mi “amigo interno” al respecto de nuestro futuro y hemos conseguido llegar a acuerdos.
¿Recuerdas a los Payasos de la Tele? Milíki le preguntaba a Fofó (¿o era al revés?): “¿Te llevas bien contigo mismo?
¡Efectivamente, ese es el tema! El tema de esta semana puede ser impactante para muchos, sobre todo porque la mayor parte del tiempo es percibido, pero no abordado. Estoy hablando del Diálogo Interno. ¿Has oído hablar sobre el tema?
Te propongo una segunda excursión por el Territorio Mental en tu viaje personal hacia el equilibrio Bio Psico Social. ¡Ánimo, te acompaño!
Bien, el Diálogo Interno no es más que las conversaciones que tenemos con nosotros mismos en todo momento, aquellas vocecitas mentales con las que siempre estamos interactuando, incluso como si fuesen otras personas.
En todo momento estamos pensando y dialogando con nosotros mismos sobre lo que hacemos o lo que sentimos, sobre lo que hemos hecho o sentido o sobre lo que queremos hacer o sentir; por lo que este diálogo incesante puede tener un gran impacto en nuestras vidas, y de hecho lo tiene.
Todos tenemos un constante Diálogo Interno entre nuestro consciente y nuestro subconsciente y que nunca se detiene. Hablamos con nosotros mismos aproximadamente catorce horas al día, mientras conducimos el automóvil, cuando estamos trabajando, comiendo, hablando, escuchando o inclusive durmiendo, lo cual es una forma de programar nuestra mente. Pero, sorprendentemente, varias investigaciones han demostrado que más del 80% de este Diálogo Interno de la mayoría de las personas es negativo, pesimista y contraproducente. ¡Parece que no exista un “Pepito Grillo” en positivo!
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En realidad, dentro de ti viven muchos personajes, algunos de ellos los reconoces y son aquellos con los que te identificas. Otros no, son lo que Carl Jung llamaría “tu sombra”; es decir, eso que tú también eres y que sin embargo no eres capaz de ver o no quieres ver.
Habitualmente estamos peleados con nuestra sombra, con esas cualidades de nosotros mismos que nos negamos a reconocer que tenemos; entonces, la sombra aparece por cualquier lugar, y una de sus manifestaciones es el Diálogo Interno. La sombra se dedica a criticar todas aquellas partes de ti que no te gustan de ti mismo: Ser un desastre, un holgazán, tímido, soberbio…. y todo el etcétera de partes de ti mismo con las que todavía no te has reconciliado.
La buena noticia es que todo esto puede cambiar si usamos nuestro Diálogo Interno de forma positiva para beneficiar ampliamente nuestras vidas.
Algunas ideas para cambiar tu Diálogo Interno negativo:
La opción es tuya, se consciente y actúa en el momento presente. Busca rodearte de gente positiva que te apoye y resalte tus cosas buenas. Aumenta tu autoestima cambiando tu Diálogo Interno negativo. ¡Habla con tu Ángel y con tu Demonio y tú decides a quién quieres escuchar en cada momento!
Espero que puedas encontrar dentro de ti a ese gran amigo que todos merecemos tener. ¡Aquí te dejo un tema de Presuntos Implicados para que disfrutes pensando en ello!