tu sitio
Ahí se sienta ella, este es mi lado de la cama, ese es mi sofá, utiliza mi cuarto de baño, no entres en mi despacho, ese es el cuarto del niño y ese el de los huéspedes… todos tenemos nuestros lados en todo.
No sé si desde que nacemos ya venimos predestinados a ocupar un lugar en el mundo, o más bien la mayoría nos pasamos la vida quizá buscando ese lugar y no sé si lo encontraremos, lo que sí habrá que disfrutar de la búsqueda más que del destino.
De hecho, al nacer fui el cuarto de cinco hermanos, tuve una habitación compartida, y una parte del sofá familiar para ver la tv, en el colegio me sentaba con mi compañera y compañero, en el equipo de basket jugaba en tal posición, en el trabajo desempeñas diferentes puestos… siempre ocupamos lugares. Y siempre estamos del lado de alguien, de un equipo, de un partido político, de un amor etc.
Todos tenemos lados como si fueran de nuestra propiedad, sin un contrato oficial que lo ratifique, pero en algún lugar pone que es así. En realidad, somos colonizadores de espacios. Hoy además de carácter virtual, tenemos sitios web. Y por supuesto el arte. Hay canciones que se convierten en nuestros sitios favoritos.
El ser humano siempre ha sido históricamente muy de sitiar un lugar, una fortaleza, un país para apoderarse de él. Y cuantas veces nos sentimos sitiados por las circunstancias en cualquier ámbito. Las familias que no llegan a final de mes y no saben cómo atender a sus hijos, los hogares donde impera la bronca diaria, los empleados que se sienten atormentados por jefes déspotas, los empresarios que no saben cómo pagar las próximas nóminas, las parejas en la cuales uno vive sin aire porque el otro lo abarca todo, los países que viven en constante hambruna y en guerras… De una u otra forma todos alguna vez nos sentimos cercados. Nunca me ha gustado la frase te pongo en tu sitio, aunque a menudo sí que haya que ponerse de lado.
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Luego están los sitios que ya no los sientes como tuyos, no hay nada como sentirse forastero en esos lugares que antes eran familiares, el sentirse fuera de onda, desplazado, exiliado. Ese es el momento de ejercer un viaje hacia otro lugar. Y por supuesto están los sitios que soñamos ir y los que recordamos porque dejaron huella en uno: el escondite donde nos besábamos de adolescentes, los lugares emblemáticos del barrio que colonizábamos a diario, tu primera casa fuera del nido familiar, tu primer trabajo, aquella ciudad que visitamos juntos, la primera vez que ves el mar…
¿Cuál es tu sitio favorito? Mi sitio está a tu lado.
Y por supuesto está “El sitio de mi recreo” de Antonio Vega, una de las canciones que más me conmueven al escucharla y si encima la interpreta Lula, las emociones se desbordan.
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1 añoQue bonito Javi, ya sabes que tengo debilidad por Lula 😍
Senior Consultant en Capgemini (RPA Business Analyst)
1 añoTe sales, Javi
Socio empresarial en Restaurantes El Bardo
1 añoTodos tenemos nuestro lugar, pero todo esto, que pasa incluso a nivel animal, (que digo yo que algo de eso tendremos), nos sitúan y nos situamos, ya sea por jerarquía o por placer, en un lugar determinado. Un tema para hablar largo y tendido de ello, pero se va a hacer muy largo y mejor dejarlo para otro rato... El tema que nos pones hoy, es muy especial, ya que me transporta a días en los que tenía pelo y estaba delgado jejeje y Lula , como siempre, poniéndonos los pelos como escarpias 👏👏👏 Grande el artículo y más grande tú, por eso ocupas un lugar enorme en mi vida. Un abrazo hermano.
Work in progress
1 añoSoy afín a esta reflexión tuya "habrá que disfrutar de la búsqueda más que del destino". Como gallega que se decidió a emigrar, me engañaría a mi misma si dijese que no llevo algunos lugares de mi niñez y juventud en mi memoria. Aunque esos recuerdos son evocadores por las personas con las que se compartieron más que por el lugar en sí.
Profesor en Junta de Andalucía
1 añoEn la vida buscamos y es difícil encontrar tu sitio, algunas veces es necesario salir de tu sitio de confort para encontrar el lugar adecuado y que seguramente te haga ser más feliz, pero la inseguridad y el miedo te lo impide. Gracias por compartir esta canción tan bonita en la voz maravillosa de Lula