¿Tus colaboradores son empáticos?

¿Tus colaboradores son empáticos?

Analicemos por qué esto es importante para el buen desempeño de tu equipo. 

Para mí, la #empatía va más allá de simplemente ponerse en el lugar de otra persona. Se trata de una habilidad que nos permite no solo entender lo que la otra persona está sintiendo, sino también sentirlo como si fuese algo propio. Es una habilidad fundamental en cualquier entorno social, pero especialmente en el lugar de trabajo, donde las relaciones interpersonales son clave para el éxito del equipo.

Y, ¿en qué beneficia que tus colaboradores sean empáticos? En primer lugar, ayuda a comprender mejor al otro y establecer relaciones más fuertes y positivas con ellos. Cuando podemos ser empáticos, podemos reconocer las emociones de los demás y responder de manera adecuada, lo que fomenta un ambiente laboral más armonioso y colaborativo.

En segundo lugar, la empatía es fundamental para la resolución de conflictos. Cuando surgen desacuerdos o malentendidos en el trabajo, la empatía permite ver las cosas desde el punto de vista del otro y encontrar soluciones que sean justas y satisfactorias para ambas partes. Además, ayuda a comunicarse de manera efectiva y a evitar que los conflictos lleguen a un nivel superior.

Por último, puede mejorar la productividad y la creatividad en el equipo de trabajo. Cuando uno es empático, puede entender mejor las necesidades y deseos de sus compañeros de trabajo, lo que te permite trabajar de manera más eficiente y colaborativa. Además, la empatía permite ver las cosas desde diferentes perspectivas, lo que puede fomentar la creatividad y la innovación.


Ahora, ¿qué puedo hacer para mejorar la empatía en mi equipo de trabajo día a día? 

  • Tomar conciencia de nuestras emociones como líderes y cómo afectan éstas a los demás, es el primer y más importante paso a seguir. Si yo no aplico lo que quiero que el resto aplique, será muy difícil transmitirlo.
  • Preguntas poderosas: escuchar activamente a los colaboradores y hacerles preguntas para entender mejor su punto de vista es fundamental para ponernos en su lugar. Aquellas preguntas que a veces suenan muy directas y nos ponen incómodos y que, no reflejan un juicio de por medio, son las que más invitan a una reflexión y a dejar de lado el secuestro amigdalar que podamos estar atravesando. Por ejemplo, ¿para qué estamos discutiendo esto?
  • Hacer ejercicios de Brain Gym que estimulan las neuronas sociales (neuronas espejo, osciladores etc) como por ejemplo, ejercicios para estimular la risa o ejercicios de role playing que inviten a entender cómo otras personas resolverían una situación.


Espero que esto te haya ayudado. ¡Éxitos en tu equipo de trabajo!

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