Un Único Consejo Sobre Generación de Contenido.

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William Purkey escribió: “Has de bailar como si nadie mirara, amar como si nunca te hubieran herido, cantar como si nadie escuchase, y vivir como si fuera el cielo en la Tierra”. Creo que a todo esto habría que añadir “escribir como si no tuvieses suscriptores” porque, al fin y al cabo, existe una cierta coacción subversiva e inevitable (lo que se traduce para muchos redactores en contenido demasiado breve, sin profundidad y desestructurado, al tratar de aunar intereses del lector medio y conciliar en vano el contenido, el SEO y el perfil del público, en una basura inconexa de artículos, aunque me parece que esto se debe más a una simple incompetencia absoluta).

A mí, personalmente, me da una vergüenza terrible ver a un captador siguiendo mi trabajo, y que yendo más allá de alguna lectura sobre reacciones de mercados y planificación de escenarios, pueda encontrar alguna de mis joyitas sobre mi opinión poco afable -pero totalmente acertada- del trabajo de la mayoría de equipos de recursos humanos en España (alguna de tantas que presento en otros artículos basados nada más que en experiencias propias reales, dicho sea). Pero es que yo no estoy aquí para que los demás duerman mejor. Y cuando escribo, lo hago como si nadie fuera a leerlo, sin elegir el fragmento de realidad más favorable y sin idealizar mi entorno en un romanticismo enajenado, por medio de toda clase de sesgos y falacias causales que expongan y exalcen la versión que yo quiero o que los demás quieren.

Ello plantea ciertos problemas ya que cuando hago uso de un aire informal, el eufemismo no está en mi repertorio, pero sobretodo, porque en plena odisea de bilis suelto unas cosas que luego prefiero no leer >_< . Sin embargo, plasmar eso en tu imagen profesional no debería de ser una barrera de comunicación excesivamente dañina, ni una excusa perfecta para desacreditar. Ojalá lo peor que puede hacer un profesional es decir “mierda” cuando no está de humor. Sería fantástico. Yo he trabajado con gente demente, que no hacían nada, que todo lo hacían mal, y que encontraban la manera de que la culpa fuera de otro, con frecuencia mía, para tocar los huevos más todavía. Gente totalmente pirada. Y si le dices a alguien que ha cometido un error prepárate.

Cualquier cosa que haya escrito antes sobre redacción de contenido y sobre visibilidad en la red se ve ensombrecida por estos términos: Di la verdad y desata un infierno, parafraseando aquella entrada del Chicago Times de Harold Holzer. Más que nada, porque he conocido a personas que en un acto de realimentación cognitiva terminan creyéndose su propia mentira.

Además, ¿No pueden estos captadores interpretar esta opinión como un acercamiento a la realidad de la contraparte? Soy un eslabón en el ciclo de la renta, una parte que ofrece fuerza de trabajo a cambio de un activo tangible de mayor o menor liquidez (normalmente me pagan con cacahuetes), de modo que el entendimiento y conocimiento de los intereses de ambas partes es esencial para el mecanismo de funcionamiento.

Pero he hallado además un beneficio en no descartar el pensamiento negativo, y es un miedo al juicio que resulta en la paranoya. Es decir, a veces presento un caso anónimo y me han llegado a preguntar ¿No te estarías refiriendo a mí? Y a lo mejor ni viene a cuento, a lo mejor me lo pregunta un CTO o un amigo, cuando me estoy refiriendo a un caso sucedido en determinada entrevista ¿Pero por qué cuernos vas a ser tú, puto paranoico? Si tengo algún problema contigo, que no lo tengo, te lo diría a ti en primer lugar.

En realidad, cualquier ofendido es alguien que ha proyectado una parte de sí hasta tomarse cualquier relato propio como ofensa personal en algún tipo de delirio narcisista que algún psicoanalista podrá explicarme, y en eso yo no puedo ayudar a nadie; que disfruten ellos de su locura.

De modo que si digo que he contactado con un montón de captadores inútiles, es porque me he comunicado con personas, unas de tantas, que son unos inútiles. Que nadie busque la manera de que la ofensa sea personal, porque no va contigo, ni con nadie que tú conozcas. Pero si te ofendes, mejor: ya tengo un efecto criba para no hablar en el futuro con una persona inestable.

Así que disculpas ninguna :3

Al fin y al cabo, excusatio non petita, acusatio manifesta.

Jojojo.

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