Un año de libertad
Oficialmente hace un año, fui desvinculado de mi trabajo. Seis años de aprendizaje como Especialista Ambiental, nuevas amistades, alegrías, buenos y malos ratos (como todo trabajo supongo), llegaron a su fin. Cuando en una empresa empiezan las reestructuraciones profundas, usualmente ocurren despidos masivos que pueden afectar a cualquiera, independientemente de tu competencia laboral. El clima laboral empeora, la moral y motivación de las personas decae, y la angustia e incertidumbre es el pan de cada día. La pérdida de la estabilidad es un golpe fuerte, y los cuestionamientos, la rabia y la falta de perspectiva puede ser mortal para una persona acostumbrada a pertenecer a una empresa, y seguir una rutina diaria.
Los primeros días pueden ser angustiantes, ya que te lanzas a tratar de llenar el vacío laboral lo ante posible; actualizas tu CV, Linkedin, respondes a la mayor cantidad de ofertas de trabajo, tratas de reactivar tu red de contactos laborales...y pasa el tiempo sin resultados. Con más de 10 años de experiencia, un postgrado y haber trabajado en importantes proyectos en una multinacional, es poco comprensible que no haya trabajo para ti, hasta que te das cuenta que en comparación con un ejército de nuevos profesionales aspirando a un salario mucho más bajo, no se puede competir. Es fácil ver todo negro, sobre todo si tu norte es reintegrarte a una empresa y tu meta se ve cuesta arriba día a día.
Sin embargo, poco a poco uno empieza a apreciar las ventajas del nuevo estado de tu vida. Ya no hay incendios que apagar, cambios de estrategias repentinas, labores administrativas aburridas, ni más personajes tóxicos que te arruinan el día; el ciclo eterno de salir en la mañana, trabajar todo el día, y regresar a casa a dormir para continuar al día siguiente se te antoja cada vez menos atractivo, y lo mejor de todo, recuperas tu capital más valioso: tu tiempo.
Ahora tienes todo el tiempo del mundo, ya sea para que se asienten las aguas, para aprender o retomar aficiones, para perfeccionarse y crecer como profesional o para trabajar en emprendimientos propios. Ser independiente es una forma muy cómoda de administrar tu tiempo; es cierto, no existe el sueldo mensual ni las regalías, pero si eres ordenado y tienes el apoyo de tu familia, se puede alcanzar cierta estabilidad. Tus prioridades cambian, y si trabajas en aquellas cosas postergadas por tu antiguo trabajo, puedes lograr mucho. En Lo personal, retomé el dibujo y la ilustración naturalista, y con práctica he ganado un concurso de Paleoilustración, he sido seleccionado para la primera Exposición de Ilustración Botánica en Chile, he dictado talleres y me piden comisiones, sin hablar de que sigo trabajando como Consultor en Flora y Vegetación Terrestre. Ninguna de estas cosas las hubiera logrado si aún trabajara. Me casé con una mujer maravillosa y tengo una hijita preciosa, todo en estos 365 días pasados.
El éxito de las personas debe medirse en función de si ha cumplido sus sueños, o si disfruta su día a día. Es fácil compararse con otras personas, y pensar que un trabajo o sueldo estable solucionarán todos nuestros problemas; sin embargo los problemas siempre llegan, con o sin trabajo, estando solos o en familia, en tu mejor momento o en sumido en la tristeza. Creo que lo principal es para sentirse pleno es pensar en proyectos que sean motores que impulsen nuestros días, y no debemos caer en el juego de cumplir las expectativas de los demás.
Desde hace un año, me siento libre, más feliz, estoy más tranquilo y disfruto más las cosas simples.
Gestora Ambiental de Proyectos ERNC
6 añosGrande Pancho!